­«Es duro, complicado, las manos duelen después de la primera prueba, las piernas y los brazos se te quedan sin fuerzas, pero es lo más divertido que he hecho en mucho tiempo». Así resumía ayer Alberto Muñoz su experiencia en el recién inaugurado parque de aventuras de Tentegorra, que cuenta con ocho circuitos y una tirolina de 200 metros de longitud.

Alberto, así como un centenar de personas, no quiso dejar pasar la oportunidad de disfrutar de la remodelación de las instalaciones de la Mancomunidad de los Canales del Taibilla, que se ha dirigido hacia una oferta de la que la ciudad y la Región carecían: El deporte de aventura. Así, una de las frondosas pinadas de Tentegorra se ha llenado de cables, pasarelas, plataformas y tirolinas para dar opción a los amantes de este tipo de deportes de poder disfrutar de los mismos en su ciudad, sin necesidad de desplazarse a otras comunidades.

«Es un día complicado porque hace mucho calor y es pleno mes de agosto, pero ha venido un buen número de personas a disfrutar de los nuevos circuitos», indicó Leo Pérez, responsable del complejo.

Una decena de monitores ayudaron en todo momento a los aventureros a familiarizarse con los arneses de sujeción y con los circuitos. «Hay partes que son complicadas, tanto por el esfuerzo como por la altura -algunos tramos se encuentran a ocho metros del suelo- pero también es cierto que somos nosotros mismos los que nos ponemos muchas veces el límite y no seguimos avanzando cuando podríamos», confesó Isabel, una de las aventureras de ayer.

La entrada al parque de aventuras cuesta 10 euros para los socios de Tentegorra y 12 para el resto de visitantes.