Un milagro. Eso es lo que necesitan los miembros de la organización no gubernamental El Buen Samaritano para mantener abierto su comedor social a partir de mañana jueves.

Los números rojos les ahogan y no disponen de fondos para seguir alimentando a las más de trescientas personas que cada día pasan por este comedor social de Cartagena.

La agudeza de la crisis ha provocado que la afluencia de personas a sus instalaciones se haya disparado en el último año, con el consiguiente aumento de sus gastos, al tiempo que las ayudas que reciben por parte de las Administraciones públicas y de las empresas privadas se han reducido de forma drástica.

«La situación que vivimos es muy grave. Si los empresarios y las instituciones de todo tipo no reaccionan y nos echan una mano, el jueves será el último día que nuestro comedor esté abierto después de catorce años en la ciudad», explica Juan José Sánchez, director de El Buen Samaritano. La situación de esta institución es crítica. Deben 70.000 euros y necesitan15.000 euros al mes para hacer frente a los gastos del comedor social. Atienden a más de trescientas personas al día y cuentan con cerca de veinte voluntarios.

La Comunidad Autónoma les debe veinte mil euros de la subvención que les otorgaron en 2010 y parece que este año no les concederán más ayudas. El Ayuntamiento les ha aprobado una subvención para este ejercicio, de la que ya les han adelantado 10.000 euros.

«Esto es insuficiente. Entendemos que las Administraciones también tienen grandes problemas por eso queremos recurrir a los empresarios y a otras instituciones. Es hora de que alguien reaccione y nos eche una mano o tendremos que cerrar», precisa Juan José Sánchez.

Para colaborar

Los interesados en colaborar con esta organización pueden ponerse en contacto con ellos a través de la página web www.ongsamaritano.com o bien llamando al teléfono 657984057.

El comedor de El Buen Samaritano ofrece comida a aquellas personas que carecen de medios. Además, a quien lo solicita les entregan un bocadillo y un zumo para garantizar que también podrán cenar.