Con las ordenanzas de terrazas, aparcamientos de la ORA y tráfico bajo el brazo, el nuevo concejal de Seguridad Ciudadana y Casco Histórico es lo más parecido a una esponja absorbiendo información. Es novato como gestor público, pero le sobran ilusión y ganas. ¿Cuál es su principal objetivo como edil de Seguridad?

Estoy tomando contacto aún. Ya he ido a las distintas concejalías de mi área para saber cómo funcionan y conocer al personal. Es mi primera experiencia política y tengo que saber cómo funciona la Administración. Por lo que he visto hasta ahora, los técnicos y funcionarios son profesionales como la copa de un pino. Mi objetivo es mantener la seguridad y la presencia policial en el centro, los barrios y diputaciones. En el centro, vamos a abrir una oficina de la Policía en la plaza de La Merced.

¿Cuándo se pondrá en marcha?

En el menor tiempo posible. Aún no he visto el local. Habrá que ver si es necesario hacer alguna reforma.

¿Cómo piensa combatir la imagen de la prostitución en el centro, los gorrillas y los taxistas piratas junto a las estaciones de tren y autobús?

Acabo de aterrizar. Está claro que mediante medidas disuasorias que habrá que analizar.

Dentro de sus competencias se incluye el tráfico, ¿tiene previsto blindar el casco a los vehículos esta legislatura?

Es algo prematuro plantear esta cuestión. De momento, hoy mismo -ayer para el lector- he autorizado que sólo los taxis ocupados puedan pasar desde la calle Jara hasta la plaza del Rey por Comandante Villamartín para evitar que tengan que dar la vuelta por la Muralla.

Concejal del casco histórico, pero ¿sólo del eje Plaza de España-Puerto?

El centro histórico incluye tanto este eje como el de las calles comprendidas entre la calle Real y Capitanes Ripoll. No había un concejal responsable del centro y yo voy a mimarlo al máximo.

¿Qué trabajo ha desempeñado hasta ahora?

Desde hace doce años he desempeñado puestos de dirección y gerencia en la empresa privada. Estoy en excedencia como responsable del concesionario J. Pujante de Mercedes en Cartagena. Empecé a trabajar de administrativo en un concesionario a los 21 años mientras estudiaba.

¿Ganaba más?

Probablemente sí, pero me compensa. Para mí es un orgullo y un honor trabajar para la ciudad donde he nacido y donde vivo.

No tiene experiencia en la política pública, pero sí conoce el PP como miembro de su junta directiva y del comité local desde 2003, ¿es una ventaja?

Se trata de aplicar lo que tantas veces hemos debatido y acordado en las juntas del partido. Llevarlo a la práctica es más complicado: un reto, pero estoy dispuesto a echarle valor. Tengo a mi cargo el 50% del personal de la Administración. Estoy orgulloso de que la alcaldesa haya contando conmigo para ponerme al frente de la que llaman ‘la concejalía maldita’ porque la confianza que tiene Pilar en mí debe ser tremenda.