Un casco antiguo más presentable, limpio y en mejores condiciones para sus habitantes. Este es el objetivo del plan denominado ARI (acrónimo de área de rehabilitación integral), que contempla el embellecimiento de más de seis mil metros cuadrados de espacios públicos del casco antiguo de Cartagena, además de la rehabilitación de 120 viviendas.

El convenio, que permitirá invertir 2,8 millones de euros en tres años, fue suscrito el pasado 18 de noviembre entre la concejalía de Urbanismo del ayuntamiento de Cartagena, la consejería de Obras Públicas y la secretaría de Estado de Vivienda. De aquella cantidad, la Administración central aportará 983.000 euros, la Comunidad 644.000 y el Ayuntamiento 667.000. Los particulares que se acojan a este plan asumirán casi el 20% de la rehabilitación, lo que supone en torno a 566.000 euros.

El concejal de Urbanismo y portavoz del equipo municipal de Gobierno, Joaquín Segado, recordó la importancia que este convenio tiene para la ciudad. «Se trata del complemento perfecto para las distintas actuaciones que está llevando a cabo el Ayuntamiento en los últimos años para rehabilitar el casco histórico», señaló. La más destacable de estas actuaciones es la recuperación arqueológica y urbanística del cerro del Molinete, que ha cambiado por completo la fisionomía del centro de la ciudad y que los ciudadanos ya pueden empezar a disfrutar mientras se ultiman los últimos detalles de las obras.

Pese a ello, aún quedan algunas actuaciones pendientes para hablar de una rehabilitación total del casco antiguo de Cartagena, como el entorno del monte Sacro, en la actualidad una de las zonas más degradadas de la ciudad, el entorno de la plaza de La Merced, popularmente conocida como El Lago, algunas áreas del entorno de la calle San Fernando o la calle Cuatro Santos, aunque en estas dos últimas zonas se están produciendo mejoras puntuales.

Por su parte, el director general de Territorio y Vivienda, Antonio Navarro, aseguró que el Gobierno regional «está trabajando para llevar a cabo las obras de mejora en el centro histórico de Cartagena, que tienen como objetivo aumentar la calidad de vida de los vecinos residentes, además de potenciar el valor del extenso patrimonio arquitectónico del municipio».

El plan ARI tiene como objetivo último mejorar las condiciones de seguridad y habitabilidad, así como la accesibilidad y eficiencia energética, de 120 viviendas y edificios ubicados en el casco histórico y el barrio del Molinete.

El proyecto también contempla la rehabilitación de fachadas y la renovación de las instalaciones en los inmuebles, y la adecuación de más de 6.000 metros cuadrados de espacios públicos. Asimismo, «se prevé la colocación de material específico en los pasos de cebra con el fin de servir como pavimento táctil para invidentes y la sustitución de las aceras que se encuentren en mal estado para proporcionar las mayores condiciones de comodidad y seguridad a los peatones en su tránsito diario», añadió el director general de Vivienda.

Aunque está previsto que las actuaciones se inicien a lo largo de este año, las fuentes citadas no precisaron cuándo comenzarán ni a qué calles afectarán.