«Las épocas de grandes crisis son también las épocas de grandes oportunidades». Así de tajante se muestra Juan Francisco Rebollo García, secretario general de AJE y empresario y fundador de las consultorías Iseo y Benchmarking en plena crisis económica. A sus 30 años, insiste en que «lo importante es extraer lo positivo de la realidad, por dura que sea». Como él, otros jóvenes emprendedores de Cartagena han sabido ver el lado bueno de la crisis y han aprovechado para hacerse un hueco en el panorama empresarial.

Rebollo explica que la crisis propició una reestructuración del mercado que él podía aprovechar si sabía «adecuarse a ella mejor que otros». Sin embargo, reconoce que la recesión le ha afectado: «Gano menos dinero de lo que ganaría hace tres años». Sin embargo, no le importa porque

«lo importante es sumar, aunque sea menos» dice.

Raúl González, de 32 años, también aprovechó la crisis para montar sus dos empresas de informática y fotografía, Ekinea y Fotomomentos, respectivamente. Y es que la recesión ha provocado «recortes en las empresas que dejan poco espacio para los empleados», señala. Por este motivo se decidió a crear su negocio: «Como asalariado no tendría muchas expectativas de futuro. En cambio, yo marco las expectativas como empresario».

David Saura, de 36 años, abandonó su trabajo de asesor en una patronal para crear su propia empresa en 2009, Ars Data Asesores, una consultoría en materia de protección de datos. Afirma que fundar su negocio fue un acierto: «La compañía nunca ha estado en la cresta de la ola, pero al comenzar en plena crisis tengo una perspectiva más realista de mi negocio, es una experiencia ganada».

Rubén Gallego, de 29 años, está en fase de creación de La Matriz, una empresa de alquiler de locales de ensayo, que en el futuro podría albergar una escuela de música, con una inversión de más de 300.000 euros. La cantidad no es demasiado elevada: «Si hubiera hecho esto cuatro años atrás, cuando no había comenzado la crisis, estaría con el agua al cuello».