No están muy claros los efectos de la crisis sobre las apuestas y los juegos de azar. Unos dicen que les beneficia porque la gente está más dispuesta a comprar ilusiones, otros dicen que les perjudica porque el gasto se contrae. Con crisis o sin ella, lo cierto es que a la rifa de la Casa del Niño, institución municipal benéfica dedicada a la inserción laboral de quienes más problemas tienen para encontrar empleo, no le va nada mal.

El aumento de las ventas del cupón en lo que va de año ha hecho que se aumente el número de vendedores contratados, que ha pasado de 18 a 25, explicó a esta redacción el gerente del organismo, Enrique Bocos.

"Posiblemente haya una relación causa-efecto respecto a la crisis que ha hecho que este año haya aumentado la venta de forma importante. De hecho, de los mil números que se juegan, estamos vendiendo alrededor de los 650", señaló Bocos.

Para poder atender este incremento, la Casa del Niño ha contratado a siete nuevos vendedores. "Nosotros ofrecemos un trabajo con incorporación inmediata y un salario más que aceptable, por lo que supone una opción laboral no sólo para persona con discapacidad, parados mayores de 45 años o mujeres solas con cargas familiares", explicó el gerente de la Casa del Niño.

La institución benéfica, que en 2008 cumplió noventa años de vida y que depende de la concejalía de Atención Social, es consciente de que sus premios no pueden competir en atractivo con el de otras organizaciones, como la ONCE.

No obstante, por un sólo cupón, que cuesta ochenta céntimos, se puede conseguir un premio de doscientos euros. Cada tira está compuesta por cinco cupones, por lo que el premio a la misma es de mil euros.

La totalidad de la recaudación se dedica a los salarios de los vendedores y a mantener la institución, que tiene siempre un ligero déficit que se encarga de cubrir el ayuntamiento de Cartagena.