Los hosteleros ven en la Navidad su tabla de salvación para recuperarse de un año pésimo. Así lo manifestó ayer el todavía presidente de Hostecar en funciones, José Antonio Nieto, quien se mostró esperanzado en que los clientes acudan a sus establecimientos para celebrar comidas y cenas con motivo de las fiestas navideñas.

Nieto confesó que el sector depende mucho de lo que suceda en Navidad. "Veremos cómo nos va, porque si no se van a producir muchos despidos en nuestros negocios", aventuró.

Y es que, hasta el momento, han detectado síntomas que no les hacen ser demasiado optimistas. El primero es que el número de reservas en los restaurantes a fecha de hoy ha descendido de forma notable. "Otros años a estas alturas del año era prácticamente encontrar un sitio para comer o cenar en las fechas clave de las fiestas navideñas y, ahora, todavía hay muchos huecos",, reconoció el presidente de los hosteleros, quien confía en que en las próximas semanas cambie esta tendencia.

Lo que sí dan por seguro es que los ingresos bajarán de forma significativa respecto a años anteriores. "El precio medio del menú que encargan es bastante menor que otras veces", agregó.

Y es que la hostelería es uno de los sectores más afectados por la actual coyuntura económica y, no sólo por la reducción drástica del consumo que han experimentado en sus establecimientos, sino también por la presión a la que están sometidos por las entidades bancarias. "Los bancos nos tienen masacrados. Consideran que la hostelería es un sector de riesgo y no hay manera de obtener un crédito, a lo que hay que unir que cada vez nos aprietan más con los pagos de las pólizas", explicó.

La propia asociación ha notado los efectos de estas apreturas económicas, ya que son muchos los socios que tienen cuotas pendientes en Hostecar, reconoció el presidente, quien aseguró que se están mostrando comprensivos y están dando facilidades a sus colegas para pagarlas.

Nuevas normativas

Otra de las consecuencias de la crisis, es que han solicitado a las Administraciones que se muestren flexibles a la hora de aplicar nuevas normativas, como las de instalación de veladores o de un cuadro de luz en el exterior del local. "Todos esos gastos corren a cargo del hostelero y, ahora, resulta muy complicado afrontarlos", indicó Nieto.