La Policía Local ha impuesto en lo que va de año un total de 5.400 multas a vehículos estacionados en doble fila, lo que supone unas quince sanciones diarias. Durante el pasado año, se impusieron un total de 3.998 multas. Cabe tener en cuenta que el 'multacar' (que es el vehículo de la Policía Local equipado con cámaras que permite sancionar a los coches mal estacionados) no funcionó durante un mes y medio, se impusieron once sanciones diarias, cuatro menos que este año. Esto se debe a que el Ayuntamiento ha incrementado el control sobre los vehículos mal estacionados para acabar con este problema.

"La doble fila es el verdadero castigo del tráfico en la ciudad. Hemos intensificado la lucha contra este problema para tratar de ponerle fin, por eso se imponen más multas, no porque haya más gente que aparque mal su vehículo", explicó a esta redacción Carlos Nieto, director general de Seguridad del ayuntamiento de Cartagena.

La zona donde más multas por estacionamiento en doble fila se imponen es el Paseo Alfonso XIII seguido de cerca por la Alameda de San Antón y las calles Jorge Juan y la avenida Reina Victoria Eugenia.

Carlos Nieto señaló que no tratan de cazar a todos los ciudadanos que estacionan en doble fila, sino a aquellos que realmente generan problemas para el tráfico. "El multacar funciona en zonas donde sabemos que el mal estacionamiento realmente impide una correcta circulación de vehículos como puede ser el Paseo. Además, circula en horas muy concretas. No perseguimos a la gente que deja mal el coche cinco minutos en la puerta del colegio para dejar a los niños", aclaró Carlos Nieto.

Las multa oscila entre los sesenta y los noventa euros en función de donde esté exactamente el vehículo y de cuánto dificulte la circulación, ya que no es lo mismo que el coche esté sobre una acera que ocupe parte del carril de tránsito de coches.

El multacar lleva una cámara de video incorporada que permite identificar los vehículos mal aparcados. El agente recoge los datos y posteriormente las multas se envían por correo a los propietarios de los vehículos con los que se comete la infracción de tráfico.