Tras nueve años de espera, la nueva sede del Museo Nacional de Arqueología Subacuática (Arqua) abrió ayer sus puertas al público. No se trataba de una inauguración, ya que aún no hay material expuesto, sino de una presentación del edificio del arquitecto Guillermo Vázquez Consuegra, que no defraudó. El ministro de Cultura, César Antonio Molina, fue el encargado de presidir el acto, durante el que destacó que el inmueble, pese a no estar en funcionamiento, ya se ha convertido en un referente internacional.

"Es un edificio de vanguardia que ya obtuvo el premio nacional de arquitectura en el año 2005. Además, el ministerio tiene la voluntad de que pronto sea el gran espacio de difusión de la arqueología subacuática y del mar. Espero volver a finales de marzo o abril para inaugurarlo con todos los valiosísimos objetos que se van a exponer", precisó César Antonio Molina. Para la apertura se está preparando una exposición de galeones españoles hundidos en América.

Estética y diseño

Por su parte, el consejero de Cultura, Pedro Alberto Cruz, alabó el que Vázquez Consuegra haya sabido equilibrar en el edificio la funcionalidad, la estética y el diseño. "El constante juego entre la opacidad y la transparencia es una característica fundamental. La visita es todo un recorrido para la vista y los sentidos", precisó Pedro Alberto Cruz.

El nuevo museo, que ha pasado a denominarse Museo Nacional de Arqueología Subacuática en lugar de Marítima, y cuyas siglas son a partir de ahora Arqua, está llamado a convertirse en un importante foco de actividad para la ciudad, según el ministro de Cultura. "Su apertura supondrá un impulso revitalizador para la ciudad y su bahía", aseguró durante la visita.

De momento, la eliminación de las vallas que había en torno al edificio han permitido mejorar la imagen del cantil del muelle, en el que ya sólo queda pendiente la terminación de las obras del futuro Auditorio de Cartagena.

Arqua será el primer museo estatal dedicado al estudio y conservación del patrimonio subacuático español. "Es un museo diseñado para asumir los retos futuros de protección, salvaguarda y difusión del importante legado sumergido, que es nuestra memoria oculta bajo el agua", precisó el ministro.

A este respecto, el director del Museo, Rafael Azuar, destacó que no sólo se expondrán materiales hallados en el Mediterráneo. "Nuestro ámbito de actuación será mucho más amplio. Expondremos piezas halladas en otras zonas, como los materiales de dos galeones españoles que se hundieron en la costa americana, aunque no puedo adelantar más datos hasta que se celebre la inauguración oficial", dijo Azuar.

El Gobierno ha invertido en la construcción de la nueva sede de este museo así como en el proyecto museográfico un total de 24,5 millones de euros.

Siete mil piezas

El traslado de material de la antigua sede a la actual comenzará en febrero. Tan sólo se expondrá una pequeña parte del material que posee el Museo. "Atesoramos más que lo que enseñamos. De hecho, en los fondos de reserva contamos con cerca de siete mil piezas, la mayoría de las cuales no se expondrán", dijo Rafael Azuar.

El ministro de Cultura alabó el proyecto museográfico. "La nueva exposición se ha diseñado desde la perspectiva de la museografía de última generación. Se han utilizado las últimas tecnologías y se han aplicado criterios de accesibilidad, interactividad y conocimiento experimental", aclaró César Antonio Molina.