Los estudiantes de la Politécnica celebraron ayer la fiesta de bienvenida universitaria que este año por primera vez no tuvo ni barbacoas ni botellas de cristal. Los jóvenes optaron por los paquetes de tetrabrick, con los que hicieron los clásicos calimochos y los bocatas y bolsas de todo tipo de aperitivos, además de empanadillas y una gran paella que fue el plato fuerte de la fiesta.

Los estudiantes se congregaron por centenares en grupos distribuidos a lo largo de la explanada del campus de la Muralla del Mar, frente al antiguo hospital de Marina. La música y las ganas de diversión estuvieron acompañadas por el buen tiempo que acompañó la jornada.