La amenaza de lluvia no amedrentó a la cantera de cofrades encarnados que ayer ofreció una lección de orden y majestuosidad en la procesión de las palmas del Domingo de Ramos. Y es que hasta la burrica madrugó, ante el miedo de no poder echarse a la calle para acompañar a Jesús en su entrada a Jerusalén.

Pese a que alguna nube mantuvo la duda en la mente de los californios, la lluvia, no fue de agua sino de sol, y esto hizo que el comentario general entre el público y los propios californios fuese que había sido un acierto por parte de la cofradía cambiar el horario de la procesión porque ésta lucía mucho más.

Una de las principales novedades fue el trono del San Pedro fabricado por los hermanos Lorente, en Nonduermas, y conducido por noventa portapasos. Los sampedristas iban divididos en dos grupos, uno masculino con el Primado y otro femenino con la 'Conversión de la Samaritana'. La nueva talla de San Pedro es obra del artista murciano Hernández Navarro.

Los tronos que iban a hombros, como el 'Santo Cristo del Sermón de la Montaña' fueron bailados por los portapasos a su paso frente a la iglesia de la Patrona de Cartagena, la Virgen de la Caridad.

Entre los detalles con los que los grupos de hebreos obsequiaron al público que observaba el cortejo destacó una postal con una réplica del dibujo de Marta Huertas La Torre de 12 años, ganadora del séptimo concurso infantil de carteles de Semana Santa, con el tercio infantil de la agrupación de La Flagelación. El mayordomo principal californio, Eduardo Vilar, llevaba la cruz doble que le cedió el hermano mayor, Juan Guillén, quien concluye su mandado tras la Semana Santa.

A muchos les pilló por sorpresa el redoble de los tambores y los cohetes. Más de cuatro horas estuvieron los hebreos en las calles del centro y con ellos las palmas y las ramas de olivo. En el grupo de sampedristas hebreos, uno de los niños llevaba sobre la cabeza la kipa judía, comentó un espectador entusiasmado. "El año que viene deberían volver a repetir, aunque tengan que madrugar", dijo otro.