Pocos europeos se asustan ante unas gotas de lluvia. Y menos si hay un espectáculo como el baile de salón. Con el paraguas bajo el brazo y protegidos con chubasqueros desechables, cientos de aficionados al baile de varios países asistieron ayer en el Pabellón Municipal de Deportes al IV Campeonato Internacional y Final Autonómica de Baile Retro, que ha convertido a Cartagena en la capital de la triada más famosa en España de estos géneros: el vals (donde solo nos ganan los vieneses, y no siempre), el tango y el pasodoble. El trofeo está organizado por los ayuntamientos de Torremolinos y Cartagena y la Asociación de Amigos de Baile de Salón de Cartagena.
La lluvia no impresiona a los del norte, pero los cartageneros sí le tienen respeto, por lo que había algunos huecos en las gradas del Pabellón.
No obstante, los organizadores se felicitaban. Más de dos mil personas asistieron a este espectáculo que cada vez atrae a más público de todas las edades. La afluencia de adeptos a estos bailes de toda la vida ha hecho que este año se incluya una nueva categoría para los niños, que hasta ahora solo participaban en el concurso de manera testimonial.
El organizador del campeonato, Manuel Martínez, se mostraba satisfecho por el número de participantes en el concurso. "Se han inscrito cerca de 200 participantes, algo más que en la pasada edición, pero si hubiéramos tenido el buen tiempo de los días pasados, la participación hubiera sido mayor", explicó el organizado.
Los bailarines que vienen de otros países proceden de lugares tan lejanos como Moldavia, Ucrania y Rusia, pero también ha habido un gran número de participantes de Francia, Alemania e Inglaterra.
Los camerinos del Pabellón eran un auténtico mundo de otros tiempos. Tules vaporosos destinados a moverse al dos por dos de los valses, flecos de colores para el compás marcial del pasodoble y trajes negros o púrpuras para bailar el tango de los arrabales. Los concursantes se vistieron con sus mejores galas. Espectaculares adornos florales en los peinados de las mujeres y sobriedad en los trajes de los caballeros.
Los trofeos, que han cambiado este año, esperaban a los ganadores en unas mesas sobre el escenario. En la gala se recordó especialmente a la recientemente fallecida Mari Carmen Mulas, esposa del presidente de la Asamblea, Francisco Celdrán. La organización siempre contó con su apoyo y su entusiasmo, desde que este campeonato se celebra en Cartagena. Y para ella también fueron los aplausos.
