Los submarinos convencionales se han convertido en uno de los productos estrella de Navantia y el grupo público de construcción naval ha puesto en marcha una ofensiva comercial por todo el mundo para exportar más sumergibles.

El gran beneficiado es el astillero de Cartagena, en el que se construyen este tipo de buque y que ha consolidado su posición en el mercado internacional gracias a la construcción de los dos submarinos de la clase 'Scorpene' para la Armada de Malasia, según afirmó ayer el director de este programa, Andrés Marcos.

Una delegación del país asiático presenció ayer en la factoría cartagenera la colocación del motor eléctrico de uno de los dos sumergibles contratados con el consorcio hispano- francés que forman Navantia y DCN.

Marcos explicó que, tras la construcción de otros dos submarinos del mismo tipo para Chile, el contrato con Malasia ha supuesto la consolidación de los astilleros en el mercado internacional, especialmente en el norte de Europa y Sudamérica.

"Este contrato ha supuesto una consolidación de la posición de Navantia en el mercado internacional y esto nos ha permitido que seamos conocidos en todos los países del este asiático y de sudamérica", reiteró el jefe del programa 'Scorpene'.

Andrés Marcos dijo que "somos conocidos internacionalmente como proyectistas y constructores de submarinos de tipo convencional, no nucleares".

Asimismo, Andrés Marcos indicó que Navantia ha iniciado además una ofensiva comercial para vender más submarinos S-80, después de que ya se hayan iniciado los trabajos de construcción de los cuatro sumergibles de este tipo para la Armada española y cuya fabricación es exclusivamente española.