Una hora. Sesenta minutos. Tres mil seiscientos segundos. El ser humano puede llevar a cabo incontables acciones en ese tiempo. Parece absurdo separar y diferenciar entre hombres y mujeres, humanos ambos, idénticos en condiciones y capacitados para todo por igual. Pero las mujeres son especiales, de otra pasta. Capaces de hacer maravillas durante una hora, y durante toda una vida.

Ayer, en el centro de Murcia, solo se reunió una 'pequeña' representación de tres mil quinientas de ellas. Los presentes las vimos disfrutar, sonreír, gritar. Reivindicar, reír, bailar. Gozar, y por supuesto, también correr y caminar. Todo ello en una hora, lo que duró la III Carrera de la Mujer de Murcia. Y los hombres que allí estuvimos, quedamos abrumados con su pasión, su amor y su espíritu de superación. Desde bebés, niñas, adolescentes, jóvenes, las abuelas más valientes, e incluso alguna no-nata que aún 'no ha roto el cascarón' y crece en el vientre de sus madres. Esas tres mil quinientas mujeres dieron una lección más de lo que es la igualdad, la lucha, de lo importante que es seguir recorriendo el camino de la equidad social. Una 'marea verde' que recorrió cinco kilómetros y e invirtió una hora de su tiempo por ellas, por alcanzar una línea de llegada que va más allá de una simple meta.

Millones de ojos se posaron sobre sus hombros. Aunque solo unas pocas fueron galardonadas, el triunfo fue de todas. Además de las tres mejores de la carrera, que fueron María Sánchez, Almudena García e Inmaculada Pérez, muchas otras pasaron por el escenario para ser distinguidas por todos los presentes. Las más veteranas, Dolores Monreal y Carmen Ibánez, recogieron su premio de manos de Beatriz de la Fuente y Agustín García, directora de relaciones internacionales de Hospital Quirón y maquillador oficial de Marvimundo, respectivamente. También triunfó la Asociación Deportiva Castellar de Bullas, como agrupación más numerosa, un galardón que entregó el jefe comercial de Asisa, Juan Francisco Martínez. En cuanto al colectivo deportivo más representado, los más destacados fueron Insad y la Escuela Kiai de Cieza, una distinción que entregó José Antonio Fernández, director de relaciones corporativas de Lincamar. Por otro lado, Vicente Ruiz, socio de cafés y tés Salzillo, reconoció a Marvimundo y Leroy Merlín como las empresas más representadas en la carrera. Maribel Gómez, del área de Comunicación y Branding de PcCmponentes, entregó al Colegio Montepinar la distinción de centro más numeroso. Y ,por último, de nuevo Agustín García ofreció a la asociación Amiga el premio a la agrupación de mujeres más representada.

En resumen, una hora fue muy poco tiempo para disfrutar de ellas. Poco tiempo para verlas felices, satisfechas con lo que hicieron ayer y hacen cada día. No hay tiempo en una vida para agradecer y reconocer a la mujer su valor, su lucha y su resistencia.