El Batel acogió anoche la primera semifinal del concurso de chirigotas del Carnaval de Cartagena, que este año celebró su decimoséptima edición. Sobre el escenario pasaron cinco formaciones: Las chirigotas locales de Los Robinsones de la Isla y Los Singuangos, la de Cabezo de Torres, y las almerienses Chirigota del Soto (Albox) y la de Roquetas. Esta última, que fue la que ganó el certamen el pasado año, cerró la velada con sus figurantes disfrazados de Playmobil. Si bien, interpretaban clicks inéditos: Afilador, cateto, enterrador, cajero de Mercadona, niño de Comunión. Por su parte, sus paisanos de Albox llegaron al corazón del público con letras sobre el Alzheimer o el maltrato. Trataron temas cotidianos; para hilarlos, iban vestidos como productos en oferta.

Por su parte, los murcianos de Cabezo de Torres aparecieron caracterizados como ladrones de poca monta. Con ese traje, no tenían más remedio que meterse con los políticos, aunque en sus estrofas salió escaldado hasta Paquirrín. Fueron los únicos de la noche que no recurrieron a canciones actuales. Entre los temas de los popurrís de la noche resaltó Malamente, de Rosalía.

La crítica local corrió a cargo de dos chirigotas cartageneras. El belén viviente de los Robinsones de la Isla abrió la semifinal. Le cantaron a Cataluña y a Franco, dos temas recurrentes de las chirigotas de este año; y pasaron de puntillas sobre la alcaldesa socialista Ana Belén Castejón, «que le queda poco».

En mitad de la velada actuaron Los Singuangos, que fueron vestidos de árbitros, poniendo de relieve el uso del VAR a la misma hora que se jugaba un Madrid-Barcelona. Hicieron un pasodoble sobre el rodaje de la película Terminator y propusieron que se haga un cortometraje sobre Antonio 'el lotero'. Por último, bromearon con el «desguace» en el que se ha convertido La Dama de Oro.