La pedanía costera de Santiago de la Ribera, en San Javier, despidió su Carnaval con las plumas al viento y con uno de los desfiles más elegantes de los últimos años. El fuerte viento que sopló este domingo en el Mar Menor no fue un impedimento ni para los que desfilaron ni para los que presenciaron un Carnaval que sigue ganando público año tras año.

Las comparsas participantes volvieron a superarse un año más para ofrecer un desfile con impecables coreografías y un vestuario cada vez más exigente que lo convierten en todo un espectáculo. Las musas, que caracterizan el Carnaval de Santiago de la Ribera, emplearon todas sus fuerzas y su mejor cara para avanzar con sus espectaculares trajes de fantasías contra el viento que soplaba de cara por la avenida que une Santiago de la Ribera y San Javier.

El desfile en el que han participado alrededor de 2.200 personas finalizó con una fiesta de despedida en la carpa del Carnaval, que se cerró a altas horas de la noche tras una brillante edición.

Por otra parte, el diputado y secretario ejecutivo de Infraestructuras, Territorio y Vivienda del PP regional, José Miguel Luengo, solicitó en la Asamblea regional que se declare el Carnaval de Santiago de La Ribera de «interés turístico regional».

Son unos carnavales, destacó el dirigente popular, «que han ido creciendo desde que en 1988, con motivo del primer centenario de la localidad, se organizará oficialmente el primer desfile en la calle».

Año a año los ribereños «han conseguido que su fiesta sea un reclamo para vecinos de toda la Región», explicó Luengo y la noche de la elección de la musa, el certamen de chirigotas y el gran desfile, que congrega a decenas de comparsas «hace de estos carnavales un verdadero atractivo», dijo.