Además de su capacidad de secuestrar parte del CO2, los árboles tienen otros muchos beneficios, como retener partículas contaminantes, y juegan un papel fundamental en nuestras ciudades y en nuestra salud, que ha quedado evidenciado tras la pandemia.

El conservador de arbolado del Real Jardín Botánico (RJB) del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC) y su actual Jefe de Jardinería y Arboricultura, Mariano Sánchez García, recuerda en una tribuna para EFEverde los beneficios de los árboles en nuestro día a día.

Por una parte, los árboles con gran número de hojas retienen partículas contaminantes y "conforme más grandes y rugosas, más retienen y más respirables será la ciudad", apunta Sánchez.

Además de retener partículas, el proceso de evapotranspiración (ETP) de las hojas baja la temperatura ambiente y mitiga las altas temperaturas y sequedad del cambio climático, por lo que "pasear por un bulevar arbolado es más fresco que por un espacio duro", recalca Sánchez.

El conservador también hace un repaso por las principales clasificaciones de árboles dentro de la arboricultura urbana: están los arbolitos, de entre tres y seis metros de diámetro de copa, "muy de moda por sus tamaños adaptables a calles estrechas y también por el cromatismo primaveral de sus flores y su interesante otoñar" y los hay grandes, de entre ocho y doce metros, "todos ellos empleados en calles medianas".

Por otra parte, recuerda que tienen una época de crecimiento de entre 20 y 40 años según la especie hasta llegar a la fase adulta y en esa fase permanecen hasta la senectud, que oscila de los 80 a los 800, incluso hasta los 1.000 años.

Tras la COVID-19 se ha evidenciado lo importante que es contar con árboles sanos en las ciudades en beneficio de nuestra propia salud, aunque "en esta vida siempre hay un pero", y se puede aludir que los árboles también tienen inconvenientes y disfunciones, como problemas de alergia, mayor sensibilidad a plagas, entre otros.

Pero Sánchez incide en la importancia de la arboricultura en entornos urbanos, "¿por qué plantamos un plátano de paseo o una jacaranda, que todos sabemos que es un árbol muy grande, en una calle mediana y separados uno del otro 4 metros de distancia?", cuestiona.

Así, hace un alegato por la buena gestión del arbolado en las urbes, ya que "al no ser Ents -esos árboles que se mueven lentamente en la Tierra Media del fabuloso universo de J.R.R. Tolkien-, no pueden irse a sus bosques", por lo que su plantación tiene que ser una decisión consciente y coherente.

El conservador lanza una petición: "aprendamos a conocerlos y protegerlos", ya que recuerda que como decía un proverbio sumerio "ciudad sin árboles, merecerías un cielo sin estrellas".

A su juicio, "si los árboles fuesen Ents, nos abandonarían como caravana de coches en fin de semana" y está en nuestras manos, a través del conocimiento, cambiar esta situación.

Sánchez también preside la Asociación Española de Arboricultura y co dirige el Máster "Arboricultura y Gestión del Bosque Urbano" de la Universidad Complutense de Madrid (UCM)