Viaja del desierto a Murcia sin móvil y sin dinero y termina dando las gracias a esta empresa de transportes: "Nunca había estado tan cómodo"

En un viaje que parece sacado de una serie de supervivencia, un joven creador de contenido ha conseguido captar la atención de miles de usuarios gracias a una travesía donde se ha puesto como normas el prescindir del móvil y del dinero, y que lo ha llevado desde el desierto de Almería hasta Murcia.

Vivimos en una época en la que el contenido se consume, digiere y olvida a velocidad récord. Las redes sociales son una trituradora insaciable que exige a los creadores ir un paso más allá si quieren mantenerse relevantes. En esta carrera por diferenciarse las producciones de vídeos y series personales han escalado hasta niveles impensables hace apenas unos años. Hoy, para que algo llame la atención, tiene que ser nuevo, atrevido o radical.

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Ante este panorama los aspirantes a vivir de su imagen en redes han convertido sus propias vidas en el centro de la acción. Lo que antes era un blog ahora es un reality. Lo que antes era una foto, ahora es una serie documental autoproducida. Y muchas veces, detrás de estos retos están también las marcas: empresas que han entendido que estos contenidos pueden generar más alcance, más conversación y más fidelidad que una campaña tradicional.

En este caso quien se ha lanzado a la aventura ha sido Maxime: un creador que ha decidido regresar desde el desierto de Almería hasta su casa en Madrid bajo dos normas: "la primera norma es que no voy a poder usar el móvil... bueno, solo tendré quince minutos al día para utilizarlo". Y no solo eso: “tampoco voy a poder usar mi dinero, solo se podrá usar el que consiga dentro de la serie”.

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Pero el verdadero giro ha llegado en el segundo día de su aventura, cuando decide utilizar uno de los tres comodines sorpresa que su equipo de producción ha preparado: “Voy a darle a la aplicación y me va a decir uno de mis tres comodines, que va a ser completamente aleatorio. Yo no sé cuáles son estos comodines porque lo ha preparado todo mi equipo”.

El resultado no podría haber sido mejor: “Me ha tocado el comodín ALSA, que según tengo entendido es básicamente tengo un bus el que yo quiera, ja ja. Justo lo que necesitábamos”.

Con esto, Maxime consigue avanzar hasta Murcia sin gastar un euro y en unas condiciones muy distintas a las que esperaba: “Muchas gracias ALSA por ayudarnos con esta aventura, porque si no nos hubiese costado mucho, mucho más llegar a Murcia”.

El creador aprovecha el favor para hablar de las bondades de esta opción de transportes Y no se queda ahí: “Literal la salvación. Y encima aquí hace fresquito, con la calor que hace fuera... hacía tiempo que no había estado tan cómodo en un transporte público”.