Una mujer de Murcia, rechazada en 'First Dates' al revelar su enfermedad: "Me ha dado vergüenza"

El de Cartagena se mostró visiblemente incómodo ante las necesidades de su cita

Una mujer de Murcia, rechazada en 'First Dates' al revelar su enfermedad Me ha dado vergüenza

Una mujer de Murcia, rechazada en 'First Dates' al revelar su enfermedad Me ha dado vergüenza

Abril Escalante

Abril Escalante

Tomar la decisión de con quién compartir la vida es seguramente una de las elecciones más delicadas y determinantes que enfrentamos. Aunque la mayoría de las veces esa elección no se hace de forma del todo consciente, hay contextos en los que las razones y los criterios que marcan la diferencia entre un "sí" y un "no" quedan totalmente a la vista. En programas como 'First Dates', por ejemplo, esa deliberación se da en tiempo real y frente a las cámaras, mostrando con nitidez los motivos que influyen a la hora de iniciar o no una historia sentimental.

El reciente encuentro entre dos solteros murcianos en el programa que conduce Carlos Sobera ha dejado ver de forma bastante directa algunos de los factores que pueden echar por tierra una cita que, en principio, parecía prometedora.

Por un lado, Paqui, una sanitaria de 64 años, acudía al restaurante de Cuatro con la ilusión de iniciar una nueva etapa en su vida. Trabaja como auxiliar de enfermería en una residencia y según explicó nada más llegar había pasado el covid hasta en tres ocasiones, lo que terminó provocándole una hipoacusia súbita: ha perdido el 40% de audición. A pesar de ello aseguraba que no le impide llevar una vida normal: "Cuando una persona me habla bien y un poco elevado, yo entiendo perfectamente", dijo ante las cámaras.

Su cita fue Juan, un recepcionista jubilado de Cartagena, también murciano, que acudía en busca de una compañera "especial", aunque desde el primer momento dejaba claro que el físico de Paqui no le atraía: "Yo me veo mejor que ella físicamente".

Durante la cena la conversación fluía con evidentes altibajos. Paqui, debido a su pérdida auditiva, tuvo que pedirle en varias ocasiones a Juan que hablara un poco más alto para poder seguir el hilo. Aunque al principio accedió, con el paso de los minutos Juan empezó a mostrarse visiblemente incómodo con la situación. En sus palabras al equipo del programa confesó: "Me ha dado un poquito de vergüenza tener que estar molestando a las mesas de alrededor porque tenía que levantar la voz constantemente".

Esa incomodidad fue determinante. A pesar de que ambos compartieron confidencias, e incluso hubo espacio para bromas sobre el cabello de Juan (Paqui llegó a preguntarle directamente si llevaba peluquín) la conexión no se dio. Él mismo lo resumió así: "Hablar en voz alta, a mí que me gusta hablar pausadamente, es algo bastante agotador".

En el momento de decidir si querían tener una segunda cita, Juan fue claro: no hubo chispa y no le apetecía seguir conociendo a Paqui más allá de la amistad. Ella opinó en la misma línea. Aun así la situación evidenció cómo una condición de salud, que no imposibilita una vida en pareja, puede llegar a convertirse en un factor de exclusión.

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