Esta es la razón por la que se va la luz: el motivo detrás de los apagones
Según las actualizaciones de Red Eléctrica, el suministro tardará en reestablecerse entre 6 y 10 horas

Imagen de archivo corte de luz / El Periódico - Reuters
Tras el apagon generalizado que han reportado miles de usuarios a través de las redes sociales este 28 de abril, muchas personas se preguntan cuáles son las razones detrás de los cortes de luz, aunque todavía se desconocen las razones y la totalidad de zonas afectadas por el último fallo de suministro.
Con la electricidad ocurre algo parecido a lo que pasa con la salud: no solemos ser conscientes de su importancia hasta que, de repente, falta. Basta un instante de corte de luz para que toda nuestra vida cotidiana se vea alterada: se detienen los electrodomésticos, se apagan las pantallas y la rutina se paraliza. Aunque España cuenta con una de las redes de suministro eléctrico más robustas de Europa, lo cierto es que cuando se produce un corte, ya sea en una vivienda, en un edificio o en todo un barrio, nadie permanece indiferente.
Los motivos que pueden llevar a un apagón son diversos. Algunos son completamente imprevisibles, mientras que otros obedecen a causas planificadas o administrativas. Conocer el origen de estos cortes puede ayudar a gestionar mejor la situación cuando se presenta.
Aunque cada apagón tiene su propia historia, las principales razones por las que se pierde el suministro eléctrico suelen agruparse en tres grandes categorías: cortes programados, impagos y averías.
En el caso del apagón general que ha dejado sin suministro eléctrico a España y Portugal, el primer diagnóstico apunta a un incidente "excepcional" relacionado con una oscilación muy fuerte en el flujo de potencia de redes, de causa todavía indeterminada que ha provocado que el sistema de la península se desconecte del europeo,.
Cortes programados
Son los más previsibles. Las distribuidoras eléctricas los organizan para realizar labores de mantenimiento o mejora en la infraestructura. Cuando esto ocurre, los usuarios afectados reciben un aviso previo, normalmente con al menos 72 horas de antelación, como establece la normativa. La mayoría de estas interrupciones se programan en horarios de bajo consumo para minimizar las molestias. Además, las compañías suelen informar en sus páginas web sobre los trabajos y zonas afectadas en tiempo real.
Cortes por impago
No pagar las facturas de electricidad puede derivar en la suspensión del servicio. El proceso no es inmediato: la ley concede unos plazos bastante amplios antes de proceder al corte.
Tras la emisión de la factura, existe un margen de 20 días para abonar el importe. Si no se paga, se inician varios avisos al consumidor antes de solicitar formalmente la interrupción del suministro. Llegado el corte, para recuperar el servicio no basta con cambiar de compañía: es necesario liquidar la deuda y afrontar un recargo en la siguiente factura, que ronda los 20 euros, como estipula la normativa vigente.
Cortes por averías
Estos son, sin duda, los más inesperados. Las averías pueden tener su origen en múltiples factores: desde condiciones meteorológicas extremas hasta incendios, pasando por la caída de ramas sobre tendidos eléctricos o la intervención de animales en la red. También una sobrecarga por exceso de demanda o el mal estado de algún tramo de la red de distribución puede desencadenar una interrupción. En estos casos, lo habitual es que los equipos técnicos trabajen a contrarreloj para restablecer el servicio lo antes posible.
Aunque la mayoría de los cortes programados se comunican, existen situaciones en las que la luz puede irse sin previo aviso. Esto sucede, por ejemplo, en casos de manipulación ilegal de las instalaciones, derivaciones no autorizadas, alteraciones del contador o cuando la instalación representa un peligro para las personas o los bienes.
Actuar rápido, actuar bien
Cuando se produce un apagón, lo primero es tratar de identificar si el corte afecta únicamente a la vivienda o también al edificio o al vecindario. Si el problema es general, es probable que sea una avería o un corte programado. Si solo afecta a la vivienda, conviene revisar el cuadro eléctrico. Y en cualquier caso, si las facturas están al día y no se trata de un problema interno, hay que contactar directamente con la empresa distribuidora, no con la comercializadora, que no gestiona incidencias técnicas.
En la Comunidad Valenciana, por ejemplo, la principal distribuidora es Iberdrola, salvo en zonas muy específicas donde operan distribuidoras locales.
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