Prueba las tartas más famosas de Murcia y abre un melón en toda España: "Yo pague por una..."

Si hay algo que está reventando el mercado durante la última temporada, son los dulces. Tras el boom de los New York Roll, las Crumble Cookies y los ya extintos 'pollofres', llega una nueva sensación que está conquistando a todos los golosos: las tartas de queso. Y no cualquier tarta de queso, sino las artesanales que se están haciendo un hueco en todos los paladares, y que ahora tienen nombre y lugar de origen: Las Tartas de Julita.

Este fenómeno se ha desatado en la ciudad de Murcia, donde recientemente se inauguró uno de los locales más aclamados del panorama gastronómico español.

Se gasta 356,60 euros en el restaurante más caro de Murcia y deja una interesante reflexión: "El precio del agua..."

Con una propuesta innovadora que combina tartas de queso con sabores tan extravagantes como Kinder, pistacho, Lotus, Oreo, Nutella o gofre, Las Tartas de Julita han conseguido enamorar a los amantes de los postres y se han expandido rápidamente con varios locales en Alicante y Murcia.

El creador de contenido Jordi Fernández no pudo resistirse a la tentación de probar estas tartas: "Nada más entrar al local, lo primero que te llama la atención es la decoración, todo con tonos rositas, claro, pero lo importante son las tartas, ¿no? ¡Son una locura! Tienen muchísimos sabores, y lo mejor es que cada semana añaden algo nuevo. Son tartas que están hechas con mucho mimo, se nota que son artesanales", comentó, mientras degustaba una porción de pistacho que, según sus palabras, estaba "alucinante".

El viaje más barato en avión desde Murcia este enero: ida y vuelta por 30€ a este exótico país

Sin embargo, no todo es perfecto en la experiencia de Las Tartas de Julita. Al igual que en cualquier gran fenómeno, los comentarios y opiniones sobre el precio de las porciones han dado lugar a un pequeño debate.

Un seguidor de Jordi Fernández aprovechó para expresar su opinión en los comentarios de la publicación, y en lugar de sumarse a la ola de entusiasmo, expresó: "Baratas lo que se dice baratas no son. Yo pagué por una de pistacho la ración a 6 euros porque decía que era un pelín más grande".

Este comentario, aparentemente un tanto desconcertante para algunos, ha abierto un debate entre los seguidores, algunos defendiendo la relación calidad-precio de las tartas y otros cuestionando si las porciones justifican ese costo.