Insultan a Carlos Alcaraz en Roma y la respuesta es lo nunca visto

La presentadora Sónsoles Ónega ha reaccionado de forma insólita a la falta de respeto recibida por el tenista

Insultan a Carlos Alcaraz en Roma y se niega a reproducirlo en televisión

Insultan a Carlos Alcaraz en Roma y se niega a reproducirlo en televisión / @TennisTV

Investido nuevamente como número uno del tenis mundial, Carlos Alcaraz se encuentra disputando el Masters 1.000 en el torneo de Roma tras hacerse con la victoria en el Mutua Open de Madrid el pasado 7 de mayo de 2023 frente a Struff.

Tras derrotar a Albert Ramos en la segunda Ronda, el murciano se disputa la tercera fase contra el húngaro Fabian Marozsan, situado en el puesto 135 del ranking ATP.

Durante el partido contra el tenista catalán en el Foro Itálico de Roma, el de El Palmar tuvo que enfrentarse a los descalificativos de un aficionado que asistió al juego y que la presentadora Sonsoles Ónega se ha negado a repetir en su programa cuando estaba comentando el suceso.

La periodista se encontraba relatando lo ocurrido cuando detuvo la narración del 'teleprompter' cuando descubrió el insulto que habían lanzado al joven tenista: "He escuchado en Roma cómo un aficionado le ha llamado...Basta, yo no digo eso. No lo digo, que metan la pieza y ya escuchen ustedes lo que le han llamado".

El resto de tertulianos presentes en el plató apoyaron la decisión de Ónega de no reproducir la falta de respeto que habían proferido contra Carlitos: una decisión más que encomiable en el contexto de crispación y polarización que se vive en los medios de comunicación españoles.

Según explico la periodista, el motivo por el que este sujeto habría insultado a Alcaraz en Roma habría sido que el murciano no le firmó un autógrafo: "Él no había escuchado al fan que le pide el autógrafo. Por eso no se para y este reacciona diciendo estas cosas".

El insulto en cuestión que recibió Carlos Alcaraz y que quedó registrado en un vídeo difundido por Tenis TV es "Stronzo di merda" que, en español, significaría algo como "pedazo de mierda".

La reacción de Carlos Alcaraz se erigió en otra muestra paradigmática de elegancia y saber estar: preguntó qué había dicho el asistente y, ante tremenda falta de respeto, mantuvo la sonrisa y no se inmutó.