No está claro hasta qué punto la pugna entre jefes y empleados por la productividad en el trabajo es obsesión de unos o negligencia de otros, pero lo que sí sabemos es que Estados Unidos ha dado un golpe en la mesa para evitar uno de los escaqueos más incontrolables: el tiempo que pasamos en el baño.

Cuando entró en vigor el registro de jornada obligatorio, los ciudadanos empezaron a preguntarse si habría que empezar a fichar para fumar, almorzar o incluso ir al baño. Y la respuesta de los expertos fueron contundentes al respecto: las pausas para ir al aseo no se cuentan y forman parte de intimidad del trabajador (al igual que, obviamente, no se permite instalar ningún tipo de cámara o micrófono dentro de los baños).

Pero al parecer algunos no han podido resistir la tentación de inmiscuirse en los asuntos más privados de los empleados y han llegado a crear un váter que gracias a su diseño evita que pasemos más tiempo del "adecuado" (cinco minutos) sentado en la taza.

Solo 5 minutos para ir al baño

El invento estadounidense para evitar que los obreros pasen "mucho" tiempo en el retrete es un inodoro inclinado que, gracias a su inclinación de 13 grados hacia abajo, impide que quien se sienta pase más de 5 minutos en él.

Standard Toilet o Stanty es el nombre con el que se comercializan esta nueva forma de tortura laboral: "Todos nuestros inodoros están diseñados con nuestra exclusiva pendiente inclinada diseñada para ayudar a los usuarios a pasar menos tiempo en el inodoro".

Entre los beneficios que enumeran en su página web, destacan la reducción del tiempo dedicado al baño o el "aumento del bienestar y la productividad de los empleados en el lugar de trabajo".