Una de las opciones más económicas con la que contamos en cualquier restaurante es elegir un plato preparado a base de patatas. Este tubérculo, especialmente popular en cualquier gastronomía del mundo, es conocido y reconocido por su enorme versatilidad, excelente sabor y precio aceptable. De ahí que cualquier restaurante que se precie, por muchas estrellas de las que disponga, debe ofrecer un buen preparado cuya base sea la patata.

Pero el que este alimento sea altamente popular y pueda localizarse en cualquier mercado, no significa que su elaboración no contenga cierta dificultad o inspiración especial para convertirlo en todo un manjar solo apto para paladares exquisitos y economías inalcanzables. Un restaurante lo ha conseguido, ¿quieres saber cuál es y dónde está?

Serendipity3 y sus patatas de lujo

En pleno corazón de Manhattan, Nueva York, concretamente en Upper East Side, se alza este exclusivo restaurante que ostenta el récord de ofrecer el plato de patatas más caro del mundo. Ni más ni menos, el capricho de una ración de patatas fritas nos puede salir por la friolera de 200 dólares.

Hablamos del Serendipity3, local que ya se hizo especialmente famoso por ser propiedad de la cantante y actriz Selena Gómez. Sin embargo, su fama le ha venido gracias a ser uno de los establecimientos que mayor número de récords Guinness acumula. Además de las patatas más caras, ha conseguido crear la tarta de bodas más gigantesca del planeta, con 3 mil kilos y 3 metros de altura.

¿Qué tienen de especial estas patatas fritas?

El motivo del porqué estas patatas son tan caras es porque están acompañadas de trufas, y ya sabemos a qué niveles económicos se mueve este delicado y exquisito alimento. Además, también se incluyen algunas salsas especiales, consiguiendo encarecer un plato, aparentemente sencillo, pero que necesita de una cuidada elaboración.

El plato fue creado en 2020 y para conmemorar el Día Nacional de las Patatas Fritas. Se ha bautizado con el nombre de Creme de la Creme Pommes Frites. Las patatas empleadas son de una variedad cultivada en California llamada Chipperbec. Además, para su elaboración se utilizan otros manjares como el champagne Dom Perignon, ralladura de queso Pecorino y oro comestible en polvo para darle el toque más chic.