Las historias sobre crueldad, cancelación y acoso en redes sociales están a la orden del día. No tenemos más que asomarnos un poco a Twitter para ver cómo cualquier persona puede sufrir terribles amenazas y palabras crueles en masa, solo por el efecto centrípeto de los usuarios que atacan sin piedad. Pero, ¿Qué hay de los casos donde ocurre todo lo contrario? Si bien las plataformas digitales son un caldo de cultivo perfecto para la expansión de los casos de odio, también lo son para la solidaridad extrema.

Un ejemplo paradigmático de esta realidad, que también existe aunque no se habla tanto de ella, es este repartidor estadounidense que compartió su terrible situación económica a través de TikTok. Riley Elliot trabaja repartiendo a domicilio en Las Vegas y publicó un vídeo donde expresaba que le "gustaría que la gente que pide Uber Eats o Doordash entendiera lo que es ser conductor de esas compañías".

Hecho un mar de lágrimas contó que por los últimos viajes solo recibió 2,5 dólares por trayectos de 45 minutos, de los cuales tiene que restar 3 dólares por el aparcamiento: "Tengo que demostrar una cantidad tres veces superior al coste de alquiler como ingreso en dos semanas y no puedo. No importa que tenga varios trabajos, que apenas duerma, que apenas pueda alimentarme. Estoy a punto de quedarme sin hogar por tercera vez desde mayo".

@elliot_wanders $5000 more would fund the rest of the waitlist! #spreadthekindness #deliverydriver #ubereats #doordashdriver #doordash ♬ Chopin Nocturne No. 2 Piano Mono - moshimo sound design

La respuesta solidaria de las redes sociales

En el clip, Riley sugiere a los clientes que dejen propina a los riders, pero lo que jamás podía esperar es la repercusión de tal propuesta. Tras dos millones de visualizaciones en TikTok, el equipo de fútbol Seattle Sounders le donó 500 dólares y, horas más tardes, cientos de usuarios se sumaron a la iniciativa enviando dinero al repartidor.

El caso saltó a la televisión en la cadena KCPQ que informó de que el estadounidense había conseguido más de 50 mil dólares, de los cuales decidió donar 15 mil a otras personas necesitadas. Entre lágrimas, esta vez de alegría, cuenta que "gracias a todos vosotros y a vuestra generosidad, vamos a poder conseguir una casa. Hemos podido pagar las facturas, he podido enviar dinero para ayudar a un amigo a salir adelante en su lucha".