Izan, el niño de 11 años que se hizo viral cuando su hermano subió un vídeo denunciando la situación de bullying que estaba sufriendo, experimentó hace una semana las dos caras del acoso: de la humillación y el maltrato al apoyo incondicional de decenas de niños y famosos como Ibai o Aitana que le hicieron llegar mensajes de ánimo y felicitaciones. 

A raíz de este suceso, muchas personas se lanzaron a reflexionar sobre el acoso escolar, un problema social que tensiona las relaciones en las escuelas y que en los casos más extremos se ha cobrado la vida de niños y adolescentes

Frente a las personas que piensan que el bullying que reciben los niños ahora es más cruel que nunca, el periodista y comunicador David Martínez contó su experiencia con el acoso escolar, dejando una amarga reflexión para la generación que precede a la actual. 

Los profesores, cómplices del bullying

La tesis de Martínez se sustenta en que, si bien los niños de ahora sufren ciberacoso y bullying a través de redes sociales, hay una diferencia crucial entre el presente y el pasado: “Dicen que el bullying es ahora porque antes. En mi escuela, los propios profesores formaban parte de él con vejaciones y violencia”. 

Cuenta el periodista que, en aquel contexto de vejación por parte de los profesores a los alumnos, “a todos nos parecía normal pero no lo era” y acompaña su reflexión de un crudo relato sobre el trato de los docentes a algunos de sus compañeros: “Recuerdo cuando la señorita bajó los pantalones a ‘Peón’ para azotarle el culo, o cuando ‘Deo’, que padecía una enfermedad mental, llenó las paredes del WC de heces y el profesor lo ridiculizó en ante la clase”. 

Escenas tan dramáticas como la de “el acoso a ‘Manolo’, que hoy recibiría apoyo escolar, cuando salía a la pizarra y se ponía a llorar porque era de una timidez enfermiza… y las risas de todos y los capones con anillo de Don César”. 

Contra el término “generación de cristal”

El trasfondo de la reflexión de David es transparente: “Hay quien añora eso diciendo que los niños de hoy son de cristal. Como si la violencia educara”. 

“Quienes tacháis a los niños y jóvenes de hoy como ‘generación de cristal’ porque no soportan la violencia, os equivocáis. Ellos no deben soportar esa mierda que, por fortuna, hoy resulta -y así debe ser- inaceptable en el entorno educativo y social. Porque hoy somos mejores.