No es fácil ver a las morsas en las ciudades y eso es lo que ha ocurrido en Oslo, ciudad noruega en donde en los últimos días están disfrutando de la presencia de este animal en su fiordo.

Parece que a la morsa de unos 600 kilos no le importa la cercanía humana, pues ya la han visto en el Reino Unido, Suecia, Dinamarca y Países Bajos, aunque ahora parece que ha hecho una parada en Noruega.

Tiene una costumbre un tanto polémica

Esta morsa ha adquirido una costumbre que parece graciosa y tierna si no eres el dueño de uno de los barcos que elige a la hora de dormir la siesta.

Cuando quiere descansar se sube a una embarcación de pequeño tamaño que termina hundida al no soportar el peso de este colosal animal. Por si fuera poco, se entretiene destrozando el interior a mordiscos.

No es peligrosa para los humanos

A pesar de que en las embarcaciones se muestra un tanto agresiva, las autoridades noruegas dicen que no representa peligro para los humanos, aunque siempre recomiendan no nadar ni navegar a su lado, así como tampoco molestarla, pues entonces sí que podría atacar.

En cuanto a los daños materiales, Rolf Harald Jensen, funcionario de pesca, ha dicho que siente lo que está pasando, pero que no piensan tomar medidas para que Freya abandone sus costas.

Saben que los animales salvajes son así y no quieren molestarla en ningún momento, de forma que se irá de las aguas de Oslo cuando a ella le apetezca sin que los humanos le hagan nada.

La expectación alrededor de la morsa es enorme, y de hecho el periódico más famoso del país (Verdens Gang) estuvo retransmitiendo en directo en su web los movimientos de este curioso animal al que no se puede ver tan cerca de los humanos todos los días.

Noruega nos ha dado un ejemplo de cómo actuar con los animales salvajes, cuyos daños tenemos que llevar lo mejor posible, ya que somos nosotros los que hemos invadido su espacio.