Aunque dice el refrán que “a quien cuece y amasa, de todo le pasa”, ‘Salvika’ (un joven de Fuente Álamo que se ha vuelto viral por su experiencia en el festival Arenal Sound) jamás pudo imaginar la que se le venía encima con lo que, a priori, no era más que una semana de música y diversión. 

El relato de ‘Salvika’ en Twitter ya ha superado los 20.000 me gustas, y no es de extrañar: su historia es de esas donde la realidad supera a la ficción, en este caso solo equiparable a “Una serie de catastróficas desdichas”. 

Según cuenta el fuentealamero, llegó con sus amigos al Arenal Sound (Burriana, Castellón) el pasado jueves 4 de agosto y, aunque estaban “todos muy contentos y dispuestos a pasarlo en grande”, sucedió la primera desgracia: Antonio, un amigo del protagonista, llegó sin móvil porque “se lo habían robado”. 

Casualmente, poco después de llegar, el propio ‘Salvika’ pierde también su teléfono, en este caso porque “deja de funcionar”. 

El Arenal Sound coge carrerilla y arranca las jornadas centrales

El Arenal Sound coge carrerilla y arranca las jornadas centrales RDM

La desconexión no mina la moral de los jóvenes que, a pesar de la adversidad, seguían “muy animados” para enfrentarse al segundo día de festival. 

El viernes 5 de agosto, el amigo de ‘Salvika’ a quien robaron el móvil -Antonio- se rompe un tobillo en un concierto y, tras ir a buscarlo al hospital, duerme con el narrador de esta historia “en ca’ una amiga del pueblo de al lao”. 

Envalentonados por la sensación de que las cosas ya no podían ir a peor, deciden quedarse y seguir disfrutando del festival: “solo tiene que pincharse heparina, todo guay estamos de locooos con los chavales”, explica ‘Salvika’ con una foto donde se muestra al joven claramente eufórico y levantando una silla de ruedas. 

Al día siguiente (sábado 6 de agosto) ‘Salvika’, Antonio y sus amigos vuelven a ser víctimas de otro robo al que, vistos los precedentes, no estaba al nivel de la última desgracia: “ese día solo nos robaron las tarjetas de crédito y nos quedamos sin dinero, pero bueno a mendiguear un poco pq como no teníamos ninguno móvil, guay”. 

La semana cierra con un domingo aparentemente “tranquilito” donde ‘Salvika’ y sus amigos cenan “un par de burritos”. Lo que parecía una cena normal se convierte en otra tragedia más al descubrir que, el propio cronista, está sufriendo una reacción alérgica a la crema de cacahuete que devuelve al equipo al Hospital de La Plana. 

Tras dormir en el centro médico, el lunes, los jóvenes se disponen a volver a Murcia y su coche decide poner el broche de oro a la aventura: “íbamos tirando gasoil por la autovía”, comenta ‘Salvika’ junto a una foto de la furgoneta subida a una grúa. 

Por último, el murciano ha cerrado con una moraleja: “Lección, quédate en Las Palas, Murcia, Spain”.