Parece el argumento de una comedia, pero la realidad muchas veces supera a la ficción. James, un joven militar británico habituado a recurrir a la prostitución con el pretexto de que su carrera profesional le hace difícil mantener una relación estable, se encontró en una incómoda situación al descubrir que una de sus citas era la madre de su mejor amigo.

El hombre contrató los servicios de una acompañante a través de una web en la que no se muestran los rostros de las mujeres. En declaraciones al Mirror Online, el protagonista de esta rocambolesca historia explica que "siempre contrato escorts, sin importar donde esté; la última vez que regresé a casa, después de haber resultado herido, tenía muchas ganas de estar con alguien. Siempre me ha gustado el look de MILF, así que decidí buscar una mujer con aspecto de directora sexy".

Buscó en una aplicación donde las mujeres sólo muestran su cuerpo, y con eso y su perfil encontró una candidata que llamó su atención. Fijaron una cita, pero su sorpresa fue mayúscula cuando al abrir la puerta apareció la madre de su mejor amigo. "Sólo pensé, mierda, esto es incómodo", comenta.

Aunque confiesa que "no tenía idea de qué hacer, la madre de mi amigo tomó el control de la situación y actuó como si no nos conociéramos". Sin embargo, tras mantener relaciones sexuales, abordaron el problema y llegaron al acuerdo de que tenía que ser un secreto.

"El hecho de que la haya visto en varias ocasiones desde entonces lo hace 100 veces peor, por razones obvias", admite James, quien añade que para hacer las cosas "aún más horriblemente incómodas", su amigo es cliente habitual de la misma agencia de acompañantes, Ennvy, por lo que algún día podría llevarse un buen susto.