O bien algunos no entienden los carteles de "no tocar" o creen que, a pesar de ellos, sí pueden tumbarse sobre una escultura del siglo XIX sin que pase nada... ni siquiera sin que les pillen las cámaras de seguridad.

Esto último es lo que le ha ocurrido a este ciudadano austríaco que decidió tumbarse sobre una de las esculturas de Antonio Canova en el museo dedicado al autor de su ciudad natal (Possagno, en Italia). Se trata de una escultura de yeso de Paolina Borghese, que aparece mitologizada bajo la forma de una diosa Venus ("Venus victrix") y que, ahora, cuenta con unos cuantos dedos menos en el pie.

El turista se marchó del lugar sin informar a los dueños del museo del "percance" a pesar de que en el vídeo se aprecia cómo se da cuenta de que ha roto la escultura tras sentarse encima de sus pies. No obstante, no pudo escapar a las cámaras de seguridad del museo, que lo captaron de pleno, ni tampoco a Vittori Sgarbi, el presidente de la Fundación Antonio Canova que compartió las imágenes en Facebook haciéndolas virales. El turista, al verse descubierto y plenamente identificable en redes sociales no pudo más que admitir lo ocurrido, eso sí, excusándose en que "no huyó" del lugar pues "no conocía las consecuencias" de sus actos.

Este es el mensaje que el turista dejó en Facebook:

"Me gustaría inculparme después de leer sobre el incidente en los periódicos austriacos. Quedo a completa disposición, fue un comportamiento irresponsable por mi parte, y no conocía las consecuencias, por lo que seguí la visita al museo y toda la estancia en Italia con normalidad (no hui). Durante la visita me senté en la estatua, pero sin darme cuenta del daño que evidentemente causé. Les pido información sobre los pasos que son necesarios de mi parte en esta situación tan desagradable para mí y por la que, en primer lugar, me disculpo".