Fue el pasado domingo cuando Javier Barral se tumbó sobre una colchoneta en el salón de actos de la Casa da Mocidade. Allí, delante de un abogado y dos verificadores que seguían su recital, se vendó los ojos y empezó a contar los infinitos decimales del número Pi: "3,14159265358979323846...", hasta alcanzar los primeros 15.469, instante en el que se detuvo por motivos sentimentales: esa cifra coincide con la fecha del cumpleaños de su tío.

Así, hasta que después de dos horas y media y dos pausas para beber agua se convertía en la persona en España que más números ha memorizado de esta constante matemática que indica la relación entre la longitud de una circunferencia y su diámetro.

El entrenamiento de Javier no fue fácil. El pobrense aprovechó la cuarentena del coronavirus para empezar a aprenderse los decimales del número pi, unos 150 números por día, y no ha parado hasta ahora. "Empecé a hacerlo en la cama porque me ayudaba a concentrarme. Me ayudaba a abstraerme de todo", explica mientras indica modestamente que "las primeras mil las aprendí un poco más rápido". J

"Lo de que te guste memorizar es una forma de ser, una forma de entender la vida", defiende el joven ante aquellos que puedan tildarlo de bicho raro. Una pasión que lo ha llevado a ser la octava persona de Europa y el número 16 del mundo que es capaz de recordar más decimales del número en orden