El coronavirus ha cambiado nuestra forma de relacionarnos durante la presente primavera, y amenaza con hacer lo mismo a lo largo del próximo verano. Sigue siendo terreno desconocido el posible plan que el Gobierno de España esté realizando para una posible desescalada de las medidas de confinamiento a partir del próximo 10 de mayo; tampoco sabremos cómo se comportará el turismo (exclusivamente nacional con casi total seguridad) entre junio y septiembre, pero en Italia ya tienen una solución a un problema: ¿cómo vamos a acudir a las playas?

El diario transalpino Corriere ha publicado en las últimas horas un artículo en el que expone la medida que se baraja en el país europeo que primero se vio afectado por el coronavirus con virulencia: se instalarían una serie de mamparas de cristal que dividiría la arena en sectores privados. Cada uno de los sectores incluiría un máximo de dos tumbonas en un rectángulo que no superará los 4,5 metros de largo.

Esta propuesta no es más que un ejemplo de lo que está por llegar: hay una necesidad de modificar nuestros hábitos, y la playa durante el próximo verano podría convertirse en un territorio vetado para los españoles si las cifras referentes al coronavirus no descienden totalmente al valor 0.