El público del Resurrection Fest, festival de heavy que se celebra cada verano en la localidad gallega de Viveiro (Lugo), demostró ayer que la pasión por el 'metal' y la humanidad pueden ir de la mano. Durante el concierto de Trivium en A Mariña (Viveiro), un grupo de asistentes se percató de la presencia de una persona con discapacidad que trataba de seguir la actuación desde una silla de ruedas. Entre una decena de personas elevaron el asiento del joven para que pudiese disfrutar desde una perspectiva privilegiada del concierto de la banda estadounidense.

El gesto de inclusión de este grupo de espectadores del Resurrection Fest se ha viralizado por las redes sociales. "El chico nos lo pidió y no nos costó nada", comenta en Twitter una de las personas que elevaron al chico.

"Mis mas sinceros respetos a todos los héroes y heroínas que han estado dándolo todo para que todos disfrutemos por igual. No os conozco, pero sois lo mas grande", felicita otro usuario de la red social.