Por amor, uno puede llegar a hacer casi cualquier cosa. Y, aunque hay gestos y gestos, este llama la atención por lo inusual. Millones de madres peinan cada día a sus hijas: trenzas, coletas, diademas, pinzas... ¿Cuántos padres lo hacen... con gracia?

Greg Wickherst es un padre soltero que decidió apuntarse a clases de peluquería para peinar a su hija Izzy. "En poco tiempo fui capaz de hacer una trenza simple, después una de espigas, y una francesa. Aprendí a hacer una coleta y darle la vuelta", explicó Greg al Huffington Post.

Tan bien se le ha dado esto de los peines y los cepillos, que Greg ha montado una cuenta en Facebook con notable éxito donde comparte todos sus peinados. Ahora incluso se hce llamar The Hair Dad (El papá pelo). Incluso se ha animado a dar clases.