El cuidado de los ojos es una de las tareas fundamentales que debemos hacer fielmente los seres humanos si no queremos acabar enfrentándonos a algún disgusto serio.

Porque la vista es uno de los bienes más preciados y quizás el sentido más trascendental, junto al oído, para poder mantener una calidad de vida aceptable a cualquier edad.

Pero para eso es necesario seguir unas pautas de prevención que para empezar, y como mínimo, tienen forma de revisiones ‘obligatorias’ acudiendo al oftalmólogo.

Revisión antes de los 4 años

Para empezar, es muy importante que los niños acudan a revisión antes de cumplir los 4 años, con el fin de afrontar patologías como el ojo vago.

  • En el caso concreto de esta dolencia, se trata de una patología infantil que se cura en el 90% de los casos siempre que se diagnostique antes de que el niño cumpla 8 años.

De no ser así, si nos hemos descuidado y no hemos llevado a nuestro hijo al oculista, nos encontraremos con un problema serio, ya que a partir de esta edad es prácticamente imposible curar el ojo vago.

Además, estas revisiones importantes para los más pequeños permitirán al especialista detectar precozmente otras afecciones, como la miopía, para garantizar el desarrollo visual normal del niño.

oftalmologo sh Foto: Brands&People

Revisión en torno a los 20 años

La siguiente revisión que debería ser ‘obligatoria’ para todas las personas se sitúa en torno a los 20 años.

Es fundamental porque es en ese momento cuando terminan de desarrollarse

  • La miopía
  • La hipermetropía
  • El astigmatismo

Y hay que poner los medios para evitar los perjuicios que puede provocar en el desarrollo del joven, así como el riesgo de que se agrave.

En las mujeres este desarrollo se produce antes, sobre los 18 años, mientras que en los varones lo hace entre los 21 y los 22.

Revisión antes de los 40

No es un momento específico concreto, pero es muy importante que antes de los 40 años acudamos al oftalmólogo para que nos tome la tensión ocular.

Una prueba imprescindible con la que podríamos descartar el glaucoma.

Pero en ese momento también podríamos ser calificados como sospechosos, con lo que entraríamos en un protocolo de revisiones rutinarias que nos podrá ayudar decisivamente para mantener la calidad de nuestra visión.

Una de las afecciones oculares leves más usuales es el ojo seco. Y normalmente aparece alrededor de los 40 años, sobre todo en mujeres, y se agrava por los factores ambientales.

Lo mejor para tratarlo es acudir al oftalmólogo al primer síntoma y comenzar a usar lagrimas artificiales.

Revisión a los 65

Si somos de esas personas afortunadas que con 65 años hemos tenido la suerte de no tener ninguna afección ocular, es el momento de volver a revisar nuestros ojos para prevenir las degeneraciones maculares, mediante el uso de filtros y otras terapias que retrasen la aparición de esta enfermedad.

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Como vemos en esa descripción, son muchos los riesgos que podemos evitar con las revisiones oftalmológicas mínimas exigidas, en el caso de que no necesitemos visitarlo con mayor frecuencia por tener alguna dolencia diagnosticada o algún riesgo previsible.

Por todo esto son precisamente las visitas al especialista las mejores recomendaciones preventivas para asegurar la salud visual.