Que la Inteligencia Artificial va a modificar, y de hecho está ya modificando, el mundo tal y como lo conocemos, es una realidad. Deep Learning, Machine Learning… tecnología de último desarrollo que se cuela también en múltiples ramas de la ciencia y la medicina.

En ese desarrollo cada vez más tecnológico de la medicina, investigadores del Instituto Buck de Investigación sobre el Envejecimiento y la Universidad de Stanford, en Estados Unidos, han puesto en marcha un reloj capaz de medir nuestra salud inmunológica.

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iAge es el nombre que le han dado al dispositivo.

Este reloj es capaz de medir la carga inflamatoria del envejecimiento, además de poder predecir la multimorbilidad, la fragilidad, la salud inmunológica, el envejecimiento cardiovascular…

Y todo, basándose en el Deep Learning o Aprendizaje Profundo, una forma de Inteligencia Artificial.

El equipo del PhD David Furman descubrió que la quimiocina soluble CXCL9, una proteína presente en nuestro sistema inmunológico, concretamente en la sangre, era capaz de aportar una serie de datos clave para detectar de manera temprana diversas patologías relacionadas con la edad.

«Llevar la biología a este enfoque nos permitió identificar una serie de métricas, incluida una pequeña proteína inmunitaria que está involucrada en la inflamación crónica sistémica relacionada con la edad y el envejecimiento cardíaco», David Furman, PhD, profesor asociado del Buck Institute, director del Proyecto 1001 Immunomes en la Universidad de Stanford. Facultad de Medicina y autor principal del estudio.

Esa inflamación está asociada a múltiples enfermedades relacionadas con el envejecimiento de nuestro sistema inmunológico, por lo que al detectarla, se podía predecir su aparición.

La luz que aporta la medicina la proteína CXCL9

Antes de este estudio ya se sabía que la proteína CXCL9 se activaba para atraer linfocitos al lugar del cuerpo donde estamos sufriendo una infección.

Ahora, además, gracias a esta investigación, se ha podido confirmar que también está involucrada en regular gran cantidad de genes relacionados con la inflamación y el envejecimiento vascular.

«Hemos demostrado que la proteína CXCL9 regula al alza múltiples genes implicados en la inflamación y que también está involucrada tanto en la senescencia celular, como en el envejecimiento vascular y en la remodelación cardíaca adversa», Nazish Sayed, MD, PhD, profesor asistente de cirugía vascular en Stanford Medicine.

Datos, a través de cuyo análisis, ayudan a entender el momento por el que pasa nuestro sistema inmunológico.

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Se ha llegado a asociar esta carga inflamatoria incluso con la longevidad excepcional que tienen las personas centenarias, es decir, las que viven más de cien años.

Un avance médico y tecnológico que da un vuelco a la forma en que entendemos nuestro envejecimiento.

El estudio, que ha sido realizado sobre más de mil sujetos analizados, ha publicado sus resultados en la revista científica Nature Aging.

Las aplicaciones del reloj iAge

El desarrollo tecnológico del Instituto Buck de Investigación sobre el Envejecimiento y la Universidad de Stanford tiene como principal aplicación la posibilidad de detectar el riesgo de que alguien desarrolle múltiples enfermedades crónicas.

Esto se consigue al evaluar el daño fisiológico acumulativo que puede llegar a sufrir el sistema inmunológico del paciente en cuestión.

La fragilidad corporal, de huesos y músculos, asociada a la edad es un gran quebradero de cabeza para la salud de las personas.

El hecho de que todas las enfermedades relacionadas con la edad lleven atribuida cierta inflamación crónica sistémica es lo que permite aumentar la eficacia de este desarrollo tecnológico.

Una opción más de adelantarse al paso del tiempo.