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¿Cuántas veces hemos oído a nuestros abuelos o padres predecir un cambio del tiempo sólo porque aparecían dolores en sus articulaciones? Innumerables. Y no era algo falso ni un invento de la edad. La alteración de las condiciones meteorológicas, en particular la bajada de las temperaturas, afectan directamente a una de las enfermedades reumáticas más extendidas entre la población, pero de las menos conocidas, la artritis.

La Fundación Española de Reumatología define esta patología grave, como una enfermedad inflamatoria crónica que afecta a las articulaciones de forma simétrica. Por ejemplo, ambas muñecas.

En la artritis, determinadas células del sistema inmunitario atacan la membrana que recubre las articulaciones, llegando a destruirla con el paso del tiempo.

En nuestro país unas 200.000 personas sufren esta patología y en su mayoría son mujeres. Es una enfermedad que suele aparecer entre los 45 y los 55 años.

Los síntomas más habituales entre los que la padecen son el dolor, la hinchazón y la rigidez, en especial al despertar por la mañana o tras largos periodos de descanso.

Y aunque como aclaran los expertos el frío no causa en ningún caso la artritis, sí que algunos factores climáticos son capaces de aumentar el dolor o la rigidez. Nos referimos al clima frío, la humedad de la lluvia o de la nieve, un descenso de la presión barométrica y el típico incremento de la humedad justo antes de una tormenta. Por estas dos últimas razones aciertan tantas veces al predecir los cambios meteorológicos.

Además, el frío, la humedad, la lluvia o la nieve aumentan el dolor y la rigidez propias de esta patología reumática. De hecho, muchos pacientes experimentan una mejora de las molestias cuando se trasladan a zonas cálidas y secas.

Así que, estos días donde los grados con valores negativos son la norma en los termómetros, y ha llegado la lluvia a muchas zonas, los pacientes de artrosis pueden estar acusando especialmente los efectos del mal tiempo.

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Consejos de la Arthitris Fundation para protegerse

Arthitris Fundation Y como parece que quedan todavía por delante jornadas donde el frío va a ser helador y las lluvias estarán muy presentes, es importante que los pacientes con artrosis conozcan la mejor manera de protegerse de las bajas temperaturas con el fin de no empeorar su sintomatología.

Desde la Arthitris Fundation señalan que la clave para evitar el frio es proteger el cuerpo cubriéndolo de dentro a fuera. Así, es recomendable poner ropa interior bajo la ropa de la calle (camisetas, leotardos...), evitando que sean de algodón y optando por fibras aislantes.

Una vez dispuesta la primera capa de ropa, completaremos la vestimenta con prendas de lana ligeras y abrigos que nos aíslen del viento y la humedad.

Y de momento vamos a dejar los pantalones vaqueros en el armario. Saquemos a pasear pantalones que se sequen rápidamente, de lana o a prueba de humedad.

Especial atención merecen las extremidades. Calcetines de lana van a mantener los pies calientes y secos. Para las manos, existen en el mercado guantes fabricados con materiales impermeables y aislantes.

También será bueno proteger la cabeza y llevarla cubierta, tanto por el frío como por la humedad que puede coger y el tiempo que tarda el pelo en secar.

Y no olvidemos el cuello, que junto a la cabeza es una zona especialmente sensible para detectar el frío. Una bufanda, una braga de cuello, un pasamontañas... ayudarán a prevenir que el cuello y la cara se congelen.

El calzado, además de cómodo, también debe ser impermeable.

Dormir bien, una buena ducha caliente...

Además de estas recomendaciones para el frío extremo que estamos pasando, hay otra serie de medidas indicadas como norma general para que este tipo de pacientes mejoren sus síntomas, y que no se deben perder de vista.

Lo primero es el descanso nocturno, tratando de dormir entre 8 y 10 horas diarias. Y como la rigidez propia de la artrosis es más pronunciada al levantarse, empezar el día con una buena ducha de agua caliente hará que disminuyamos el agarrotamiento de las articulaciones.

Por último, y aunque lo más recomendable durante estos días es no salir de casa para evitar accidentes, es importante realizar algo de ejercicio físico aunque sea dentro de casa.