Un artículo científico publicado a finales del mes de agosto en la revista JAMA, señalaba que las personas con exceso de peso tienen un 46% más riesgo de contagiarse de coronavirus, un 113% más riesgo de hospitalización por COVID-19, y un 78% más riesgo de ingreso en UCI respecto a la población con peso normal. Además, su riesgo de mortalidad es un 48% superior.

Con estos datos en la mano, los especialistas en obesidad y nutrición consideran que en nuestro país esta enfermedad crónica "está siendo la gran olvidada en la pandemia", según afirma el doctor Albert Lecube, vicepresidente de la Sociedad Española de Obesidad (SEEDO) y jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Hospital Universitario Arnau de Vilanova (Lleida).

Por ello, aconsejan que las personas con obesidad sean consideradas como grupo de riesgo y, por lo tanto, deberían ser un grupo prioritario para recibir la vacuna frente al coronavirus, tras sanitarios y personas mayores, una vez que esté disponible.

Según los datos que aporta la Sociedad Española de Obesidad, actualmente, en España un 60% de la población tiene exceso de peso, siendo obesos alrededor de un 21%; son, por lo tanto, personas que presentan un riesgo elevado de muerte prematura.

Desde la SEEDO subrayan, que en nuestro país una persona con un peso normal tiene un 80% de probabilidades de alcanzar los 70 años de edad, mientras que si es obesa, su esperanza de vida se reducirá un 50%, dado que aumenta considerablemente el riesgo de muerte prematura por enfermedad cardiovascular, diabetes y/o cáncer.

Unos 200 profesionales sanitarios especializados en obesidad, endocrinología y nutrición han participado en una encuesta para aclarar cómo ha afectado la pandemia al tratamiento y seguimiento de estos problemas; si los pacientes con exceso de peso están teniendo más complicaciones o si se ha empeorado su situación física y hábitos de vida.

El 98% de los profesionales que tratan pacientes con obesidad opinan que la pandemia y el confinamiento han repercutido negativamente sobre la obesidad y sus complicaciones. Los pacientes han aumentado de peso y están peor.

La principal causa de este deterioro, según los especialistas, está en la alteración de los hábitos de vida saludables, especialmente la falta de ejercicio.

Por otro lado, solo un 2,4% de los profesionales sanitarios dedicados a esta enfermedad crónica, piensan que los pacientes obesos han podido mantener el tratamiento que tenían prescrito (dieta, ejercicio y/o fármacos).

Se apunta al desánimo producido por la pandemia (51%) como principal factor implicado en esta tendencia, aunque también han influido los problemas de conexión con sus médicos o la obtención de recetas.

Se constata, también, un aumento de complicaciones en las personas con obesidad. Un 38% de los profesionales han detectado en los pacientes trastornos de la conducta alimentaria y un 39% empeoramiento o aparición de enfermedad metabólica, como diabetes o dislipemia.

Y aunque en menor escala, también se han elevado (un 16%) los problemas osteomusculares, respiratorios y el reflujo gastroesofágico.

Respecto a los tratamientos con cirugía bariátrica, las personas con obesidad han sido uno de los colectivos más perjudicados por la anulación o retraso de operaciones pendientes.

Solo un 12% de los profesionales reportan que los programas de cirugía bariátrica se han mantenido en sus centros.

Obesidad y COVID-19

En un estudio previo, realizado por la SEEDO durante los dos primeros meses del confinamiento domiciliario, se confirmó que el 49,8% de los españoles había ganado peso, la mayoría (86,6%) entre 1 y 3 kg.

Ser mujer, joven con un bajo nivel de auto cuidado en relación con el peso y con sobrepeso previo, fueron los principales factores de riesgo para ganar peso durante la primera fase de la pandemia.

"La principal causa (66,5%) a la que se atribuyó este aumento de peso fue a la combinación de mayor ingesta con menor practica de actividad física, sobre todo esta última", informa el Dr. Bellido, jefe del Servicio de Endocrinología y Nutrición del Complejo Hospitalario Universitario de Ferrol, quien considera que "lo más grave es que el 40,3% de los encuestados que ganaron peso no tomaron ninguna medida para gestionar esta situación".