Abanilla es de esos municipios que rompe la regla. Si en las anteriores páginas veíamos ciudades que habían aumentado su población, en este caso ha descendido en los últimos 40 años. Pese a eso, se presenta como una ciudad a la que volver aquellos que están cansados de las aglomeraciones de las grandes ciudades.

P ¿Cómo ha cambiado el municipio desde las primeras elecciones municipales?

R El municipio ha experimentado un cambio grandísimo, sobre todo para mejorar la calidad de vida de los vecinos que viven dispersos entre los 235 m2 por los que se extiende el municipio. Por ejemplo, se han mejorado continuamente conexiones y carreteras. También los saneamientos, el agua potable y la luz. Y si pensamos en infraestructuras… se ha dotado a las pedanías más grandes de consultorios médicos o centros culturales. También se han creado colegios en distintas partes del municipio y el Instituto de Abanilla. Instalaciones deportivas con pabellones de nueva creación en Barinas, Macisvenda o Abanilla. Un auditorio municipal, que hasta la fecha no existía. Un nuevo centro de salud con Urgencias que ahora ya es viejo y que será sustituido por uno más moderno que está en fase de proyecto y que irá en la misma ubicación que está el actual. Y podría seguir diciéndole más durante horas...

P ¿Qué grandes proyectos se han realizado en estos 40 años?

R El Polígono Industrial. Fue creado de cero sin suelo municipal, sin suelo industrial, sin casi recursos económicos... En definitiva, sin nada de lo que hay que tener para poner en marcha un proyecto. Y se consiguió a base de gestiones con empresas, con particulares, con la comunidad autónoma… hasta con ministros.

Y el Instituto. Porque nuestros jóvenes se veían obligados a desplazarse a Fortuna o Santomera a estudiar. Luchamos por tener un Instituto de Educación Secundaria que mejorara la educación de nuestros hijos cerca de sus familias y en su entorno. Y a finales de los 90 y principios del 2000 se vio realizado.

P ¿A qué retos se enfrenta en la actualidad el municipio? ¿Qué posibles soluciones pueden tener?

R La despoblación es nuestra batalla más difícil. Sin olvidar la disminución del comercio o emprendedurismo de abanilleros en nuestro municipio.

Debemos fomentar la instalación de parejas jóvenes en el municipio con medidas que estimulen la residencia permanente aquí. Hemos conectado por carretera bien Abanilla con Murcia o Alicante. Y se ha producido el efecto contrario al deseado. Los jóvenes se van a vivir a esos lugares y vienen aquí los fines de semana o en vacaciones. Tenemos que hacerles volver.

También me preocupa el cierre del comercio tradicional en Abanilla, amenazado por las grandes superficies. Debemos estimular y concienciar a la gente de que comprar en los comercios locales es bueno para todos.

P ¿Cuánta importancia tiene la política actual en la vida de los vecinos?

R Yo creo que mucha. Algunos no lo saben, pero política es todo. Es pertenecer a una asociación y contribuir a su desarrollo. Es ayudar en una ONG. Porque la política es ayudar a las personas y no el ego personal. El problema es que se ha desvirtuado la palabra política por culpa de cuatro personajes.

Mire, Abanilla es muy crítica. Y a muchos alcaldes le puede resultar incómodo. A mi hay mucha gente que me dice que no me votó y el porqué. Y eso me gusta porque yo respeto las ideas de todo el mundo y me gusta el pensamiento crítico. Esa es la base del progreso. Me gusta que la gente venga al despacho porque estamos aquí para ayudarles siempre que sea posible.

P ¿Es partidario de limitar los mandatos?

R Rotundamente sí. Internamente al partido y a mis compañeros políticos siempre se lo he dicho. Pasado un tiempo hay que dejar que otros, si pueden ser más jóvenes, aporten otra visión de las cosas. No tiene por qué ser mejor ni peor, sino diferente. Creo que dos mandatos, 8 años, es lo lógico.

P ¿Necesita alguna mejora el municipalismo?

R Sí. La financiación. No es justo ni lógico que nos tengamos que acoger a techos de gasto que impone el Ministerio, pero luego la financiación no se corresponda con lo que generamos.

Lo lógico es que nuestra financiación dependa directamente del mismo ente que nos pone cortapisas con el control presupuestario y con el techo de gasto. Que hagamos números y que seamos nosotros, los ayuntamientos, los que podamos exponer nuestra idiosincrasia y devolver a nuestros vecinos lo que aportan con sus impuestos. Porque nosotros con la escasísima parte que recibimos de esos impuestos que hemos recaudado tenemos que pagar parte de los servicios de los que no tenemos competencias, como servicios sociales, seguridad ciudadana, educación o guarderías.

P ¿Cómo definiría el trato que tiene con sus vecinos?

R Me gusta intentar ser cercano. Es imposible conseguirlo siempre. Desde que llegamos mi teléfono está disponible a cualquier hora y momento del día para los vecinos. Hemos tratado de organizar el ayuntamiento para que sea más fácil hablar con el alcalde mediante citas previas. Y la razón no es otra, que cuando hablo con un vecino me gusta que su tiempo sea para él y no que se vea interrumpido.

P ¿Cómo cree que será el municipio dentro de 40 años?

R Creo que seguirá siendo el mejor sitio donde vivir. Y espero que viva más gente de la que lo hace ahora, y que todos tengan libertad y seguridad para desarrollar sus proyectos, ideas empresariales o ideas educativas desde aquí. Junto a sus familias, porque aquí tenemos mucho talento. Hay mucho abanillero que cada día aparece en la prensa porque ha conseguido algún logro en alguna parte de España o del mundo. Puestos a soñar, me gustaría que ese talento se asentara aquí, que no existieran barreras en Abanilla para llevar a cabo sus proyectos.