Cuando el pasado 9 de septiembre Tim Cook, consejero delegado de Apple, presentó al mundo el último dispositivo de la empresa norteamericana, las habituales alabanzas se convirtieron en estruendosas dudas ante lo que allí se estaba viendo. Tal vez fuera la falta de dispositivos, o incluso puede que el problema fuera el no poder acceder en profundidad a los pocos Apple Watch que allí se mostraron, pero lo cierto es que lo más granado de la prensa especializada del planeta fue más que prudente a la hora de valorar el nuevo reloj inteligente de Apple.

Muchos meses han transcurrido desde aquella presentación, y si algo quedó claro en la primera oleada de países que recibieron en exclusiva el Apple Watch el pasado 24 de abril, fue que este nuevo dispositivo iba a dar mucho de qué hablar. Australia, Canadá, China, Francia, Alemania, Hong Kong, Japón, Reino Unido y Estados Unidos recibieron hace ahora dos meses el desembarco del primer dispositivo realmente revolucionario de la era post Steve Jobs. Desde el fallecimiento del cofundador y alma mater de Apple, el 5 de octubre de 2011, ninguna novedad real había salido de los laboratorios de Cupertino. Hasta ahora.

Pero, ¿qué tal funciona el Apple Watch? ¿Se está vendiendo bien? Pese al hermetismo mostrado por la compañía en lo que a cifras de ventas se refiere, diversas fuentes hablan de un éxito arrollador en las tiendas de todo el mundo, y especialmente en EE UU. Según Slice Intelligence durante el primer día de pre-venta del Apple Watch y solo en el país norteamericano se reservaron 957.000 dispositivos. La cifra es tan descomunal como sorprendente. Para hacernos una idea -y dicen que las comparaciones son odiosas-, según la consultora Canalys a lo largo de todo 2014 se vendieron 720.000 dispositivos Android Wear, lo que serían los equivalentes de otros fabricantes al Apple Watch.

Precedido por semejantes -y apabullantes- cifras, mañana llega a nuestro país el Apple Watch. Junto a España, el dispositivo se pondrá a la venta en Italia, México, Corea del Sur, Singapur, Suiza y Taiwan. Las kilométricas colas de gente que se vieron en el lanzamiento en las tiendas de EE UU hacen presagiar que en nuestro país no será distinto, y lugares tan emblemáticos como la tienda de Sol o la de Paseo de Gracia ya se preparan para lo que pueda llegar a lo largo del día de mañana.

Pero la pregunta sigue en el aire: ¿es necesario un reloj inteligente o se está creando una necesidad inexistente?