Microsoft ha lanzado Windows 8, que apuesta por un control táctil, pero que tampoco olvida el ratón, puesto que la nueva versión del sistema operativo está pensada tanto para tablets, como para portátiles y equipos de sobremesa. ¿Cumple lo que prometía Microsoft? La respuesta es un rotundo sí. Veamos cómo se comporta Windows 8, ya que muchos sentirán recelo (tanto para adquirir un nuevo equipo como para actualizar uno viejo) debido a su propuesta, diferente a lo que la compañía estadounidense nos tenía acostumbrados.

Windows 8 se maneja de forma óptima -en la mayoría de los casos- con los dedos, que ha demostrado ser un sistema menos preciso para algunas cosas, pero más rápido en general, que el ratón. Sin embargo, cualquier opción es válida, como veremos. El SO está pensado para que los fabricantes no tengan que incorporar botones. Todo se puede hacer con comandos en la pantalla, desde volver a la pantalla de inicio a cambiar entre aplicaciones, pasando por acceder a la configuración, compartir un contenido o buscar.

Todo es rápido y sencillo, desde el desbloqueo del terminal. El sistema operativo nos espera con una imagen a toda pantalla, en la que se ve el reloj y pequeñas notificaciones de las distintas aplicaciones (redes sociales, Correos, actualizaciones, etc). Podemos cambiar esta imagen y para iniciar el sistema tan solo debemos deslizarla hacia arriba, como ocurre con Windows Phone. Además de otros más clásicos, aquí nos encontramos con un nuevo sistema de seguridad ideado por Microsoft y basado en gestos sobre imágenes. Debemos elegir una fotografía, personal o no, y establecer comandos sobre ella (puntos, líneas rectas, curvas...) que tendremos que repetir cada vez que queramos desbloquear el equipo. Original y, según asegura Microsoft, muy seguro.

Un vez pasado el trámite de seguridad, encontramos que el contenido de las aplicaciones ocupa toda la pantalla. No hay barras de navegación, botón de menú, ni nada que estorbe al usuario. Es un sistema muy visual e intuitivo, con iconos que ofrecen información "viva" que se va actualizando, que nos permite hacer zoom y ordenar todo como queramos, incluidos grupos temáticos (entretenimiento, social, juegos, etc), en los que se pueden organizar las apps, de forma similar al menú de Xbox 360. De esta forma, los programas lo ocupan todo y es necesario deslizar los dedos desde los márgenes del dispositivo para que surjan los menús.

Los laterales de la pantalla han sido destinados al control del sistema operativo: el izquierdo para controlar las aplicaciones y el derecho para opciones generales. Si deslizamos el dedo desde el lateral izquierdo de la pantalla, "lanzamos" las distintas aplicaciones abiertas.

Si hacemos un rápido movimiento de derecha a izquierda en este lateral, surge una barra el que vemos todas las apps abiertas, que podemos arrastrar para poner a pantalla completa o colocarlas en uno de los dos márgenes de la pantalla, junto con la aplicación que esté en ese momento, para ver ambas al mismo tiempo. Es un sistema de multitarea similar al Multi View de Samsung (Galaxy Note II y Note 10.1), pero funciona con todas y cada una de las aplicaciones instaladas.

Una vez dentro de la aplicación, si deslizamos desde el lateral superior hasta el inferior por completo, podemos cerrarla. Si lo que hacemos es un rápido y pequeño movimiento desde cualquiera de los dos márgenes hacia arriba o hacia abajo, surge el menú de opciones de la app. En Internet Explorer, por ejemplo, al hacer esto surgen la barra de navegación y las ventanas que tenemos abiertas. Por supuesto, esto cambia dependiendo de cada programa.

Botón de inicio, buscar, compartir...

El lateral derecho ha sido destinado a los controles generales del sistema operativo. Hay cinco opciones básicas y llenas de posibilidades, que van cambiando a medida que instalamos aplicaciones e incluso dependiendo del programa que estemos utilizando en ese momento. Se adaptan a lo que tenemos y dónde estamos.

La primera opción, la búsqueda, también la activamos con tan solo escribir en cualquier momento si contamos con teclado físico. El sistema busca en todo el sistema operativo, pero también podemos buscar en cualquier parte gracias a los diferentes iconos que aparecen. Tras poner una palabra, podemos buscar en el sistema, en Wikipedia, en Bing, en Internet Explorer, en la tienda, en un programa de noticias... Básicamente en cualquier aplicación instalada. Muy útil y bien organizado. Después, el resultado obtenido lo podemos anclar como un icono en la pantalla de inicio, si así lo queremos.

Algo parecido ocurre con la opción compartir, la segunda en la lista. Estemos donde estemos (viendo una página web, una foto, etc.), al pulsar este botón lo podremos compartir en aquellas aplicaciones que lo permitan, puesto que irán apareciendo en este apartado.

Además del correo electrónico, destaca la aplicación People de Microsoft, que ya habíamos visto en Windows Phone. Si pulsamos en esta opción, podremos publicar directamente en las diferentes redes sociales o compartir con los amigos que queramos de forma sencilla. Un sistema heredado de los sistemas operativos móviles que le va de maravilla a Windows, ya corra en un portátil, un tablet o un PC de sobremesa.

El tercer botón que aparece en el margen derecho, el que ocupa el espacio central, es el icono de la ventana, que nos lleva al inicio. Además de estar incorporado en la propia pantalla, muchos fabricantes, incluida Microsoft en Surface, han decidido incorporarlo en uno de los márgenes del tablet, como hizo Apple con el botón de su iPad heredado del iPhone. Esto facilita las cosas para no tener que sacar el menú del margen derecho, puesto que el botón de inicio se utiliza muy habitualmente.

Los últimos iconos de este menú derecho son "dispositivos", que nos permite acceder y compartir contenido con otros equipos del ecosistema de Microsoft que estén conectados a la misma red que nuestro ordenador con Windows 8; y configuración. Las opciones de configuración cambian según lo que estemos haciendo, por lo que serán las generales del sistema si estamos en la pantalla de inicio (que ahora son más sencillas de manejar y dan más importancia a la privacidad o la seguridad) y las particulares de una aplicación si estamos dentro de ella.

Uso de teclado y ratón

Volviendo al botón inicio y comenzando a hablar de un control más tradicional con teclado y ratón, Microsoft ha creado rutas combinando el botón Inicio (que figura en todos los teclados de los ordenadores que usan este sistema operativo) con otros. Buenos ejemplos son inicio+espacio, que cambia entre aplicaciones; inicio+c para abrir el menú derecho; inicio+H para abrir directamente la función compartir; o inicio+Z para que aparezcan los comandos de la aplicación.

El sistema de control táctil también ha sido adaptado al ratón de forma cómoda. Moviendo el puntero y pinchando con el botón izquierdo en las aplicaciones -o los iconos dentro de estas- realizamos la misma función que si tocásemos con un dedo. Es decir, seleccionamos sin necesidad de doble clic (que sigue funcionando si estamos en el modo escritorio). Si pulsamos el botón derecho del ratón, aparece el menú de opciones de la aplicación en los márgenes superior e inferior, con los que de nuevo interactuamos con el puntero y el botón izquierdo.

Para que aparezcan los menús de los laterales izquierdo y derecho (barra de aplicaciones ejecutadas y acciones del sistema operativo, respectivamente), tan solo tenemos que llevar el puntero a las esquinas superiores correspondientes. Rápido y sencillo.

Primera impresión

Windows 8 es un sistema operativo sencillo de manejar que, eso sí, cuenta con unos comandos particulares que hay que conocer, puesto que no existían en anteriores versiones, ni en otros de la competencia. Una vez que el usuario sabe cómo funcionan los menús de los márgenes y sabe hacerlos aparecer, tanto con los dedos como con el ratón, la experiencia es rápida e intuitiva, independientemente de si estamos utilizando un tablet o un equipo de sobremesa, Windows 8 Pro (versión del sistema operativo completa pensada para equipos potentes) o Windows RT (más limitada, para tablets y similares). De esta forma, cumple con lo prometido por Microsoft y junta lo mejor de ambos mundos en un único sistema operativo, dejando al usuario la libertad de elegir, en función de sus necesidades.