La espina bífida se presenta cuando la columna vertebral de un feto no termina de cerrarse en su interior. Es una malformación congénita que afecta al sistema nervioso del bebe. Puede dañar a los nervios y a la médula espinal. Se caracteriza por ser una patología en el cierre del tubo neural (donde está contenido el encéfalo y la médula espinal), un problema que incluye el cráneo y las vértebras. La espina bífida puede ser un defecto que tenga lugar a cualquier nivel de la columna, aunque se asocia generalmente al defecto de cierre de una o más de una vértebra de la columna.

"La médula espinal está protegida y contenida en el tubo que forman las vértebras. Éstas, a su vez, están protegidas por piel y músculos. Entonces, la espina bífida tiene lugar cuando, en algún punto, la médula espinal queda expuesta al exterior", subraya en una entrevista con Infosalus el jefe del Servicio de Obstetricia y Ginecología del Hospital Universitario 12 de Octubre, responsable además de la Unidad de Medicina Fetal, Alberto Galindo.

Esta patología afecta a uno de cada mil niños. "Como casi todas las malformaciones es multifactorial, pero se sabe que el déficit vitamínico favorece su aparición", alerta. Por eso, destaca la importancia de que las mujeres que estén pensando en quedarse embarazadas, así como las propias gestantes, tomen ácido fólico, una vitamina que reduce el riesgo de espina bífida.

"Quizá en la semana 7 u 8 de gestación la espina bífida como tal ya está formada, y muchas mujeres acuden a la consulta porque están embarazadas pasado ese tiempo, por lo que se puede llegar tarde. Por eso, lo ideal es que las mujeres que estén pensando en quedarse embarazadas tomen un suplemento de ácido fólico al día, los dos o tres meses previos, y al menos el mes anterior. Y si no lo hace, y hay unos días de retraso en la menstruación, que se lo tomen entonces", subraya el experto en medicina fetal.

Vivir con espina bífida

El jefe del Servicio de Obstetricia y Ginecología Hospital Universitario 12 de Octubre afirma que sí se puede vivir con esta patología, aunque dependiendo del alcance del defecto. "Si es un defecto muy grande que afecta a un grupo muy numeroso de raíces nerviosas la gravedad y cantidad de secuelas del paciente es de tal magnitud que limita mucho las expectativas de vida. Por el contrario, los defectos más pequeños son compatibles con la vida, aunque es frecuente en estos pacientes la existencia de complicaciones o secuelas", explica el experto en medicina fetal.

Así, Galindo detalla que, principalmente, hay tres tipos de consecuencias por la espina bífida:

  • Motoras, debido a la lesión producida de las raíces nerviosas de la zona en la que está el defecto.
  • El tipo más común, en la zona lumbosacro, una mayor o menor dificultad o afectación del movimiento de piernas, además de dificultad para el control esfinteriano, urinario y digestivo.
  • Secuelas a nivel de cerebro, que llevan consigo que con frecuencia se acumule líquido cefalorraquídeo en la cabeza, comúnmente llamado 'hidrocefalia', y que exige con frecuencia la colocación de una válvula de drenaje para evitar la acumulación del líquido entre la cabeza y la cavidad abdominal.

Eso sí, el especialista llama la atención sobre el hecho de que hay niños que no tienen ningún tipo de secuelas, o prácticamente éstas son indetectables. No obstante, señala que "lo habitual" es que la espina bífida, en mayor o menor medida, se acompañe de las secuelas antes mencionadas.

Sobre si se puede predecir en un feto el grado de repercusión que tendrá la espina bífida para el desarrollo futuro de la vida, Galindo incide en que "se puede aproximar bastante", valorando la localización de la lesión, viendo qué vértebras están afectadas y cuántas, y también analizando los movimientos que el feto tiene intraútero, para juzgar la altura de la lesión y las posibles secuelas el día de mañana.