El 15% de las parejas tienen dificultades para quedarse embarazadas y deben consultar a un especialista en reproducción asistida. Sin embargo, muchas veces no son problemas de esterilidad lo que impide el embarazo, sino hábitos diarios que podemos perfectamente evitar o al menos reducir en la medida de lo posible.

El tabaco

Según el doctor Juan Ordás, del Hospital Vithas Nuestra Señora de América de Madrid, el tabaco contiene más de dos mil sustancias tóxicas que afectan a la fecundidad. También altera la calidad del semen reduciendo la cantidad y la movilidad de los espermatozoides. Además, altera la división del embrión en sus primeros estadios, lo que conduce a errores en los cromosomas, con el consiguiente aumento de abortos y de niños nacidos con malformaciones y defectos.

El alcohol

Un consumo excesivo de alcohol también reduce significativamente las posibilidades de embarazo. Cabe recordar también que este hábito durante la gestación puede hacer que el niño nazca con bajo peso, con alteraciones craneofaciales y con retraso del desarrollo psicomotor.

Vigilar el consumo de cafeína

No se sabe exactamente los efectos que puede tener el café en la fertilidad, pero un consumo excesivo parece que reduce la capacidad de fecundación tanto de hombres como de mujeres. Los expertos aconsejan reducir la ingesta a dos tazas al día en épocas preconcepcionales y durante el embarazo.

El sedentarismo

Además de ser perjudicial para la salud en general, pone trabas al embarazo. El ejercicio físico activa la circulación sanguínea y disminuye el estrés. Eso sí, debe ser moderado porque el deporte de competición puede reducir la fertilidad.

Falta de sueño

El dormir mal está relacionado directamente con el estrés y el sedentarismo, por lo que puede reducir la capacidad gestante. Lo aconsejable es dormir entre 7 y 8 horas al día con un sueño reparador.

El estrés

Antes de intentar el embarazo es recomendable evitar todos los factores que provocan estrés. Las situaciones estresantes afectan al sistema nervioso central e influyen en el ciclo hormonal, que regula el sistema reproductivo en la mujer. Asimismo, reduce la calidad y cantidad de espermatozoides.

Ciertos fármacos

Algunos tratamientos ocasionales o crónicos pueden afectar a la fertilidad. Si te medicas y deseas quedarte embarazada, consulta a un especialista sobre cómo pueden afectarte esos fármacos y que te recomiende tratamientos alternativos, si es que los hay.

Los contaminantes ambientales

Quienes trabajan o tienen contacto con productos como disolventes orgánicos, insecticidas o radiaciones son considerados de especial riesgo para conseguir un embarazo o llevarlo a término.