Hablemos de la depresión es el lema bajo el que este año se celebra el Día Mundial de la Salud, una efeméride con la que se pretende movilizar la acción en torno a un tema específico que preocupe a las personas de cualquier rincón del planeta. La campaña impulsada en esta ocasión por la Organización Mundial de la Salud (OMS) está centrada en la concienciación y el abordaje de la depresión, y todo para que un número cada vez más elevado de personas con este trastorno mental pida y obtenga ayuda.

Se trata de una enfermedad que afecta a gente de todas las edades y condiciones sociales y de todos los países, provocando angustia mental e influyendo de forma directa en la capacidad de las personas para llevar a cabo incluso las tareas cotidianas más simples. El resultado no es otro que una acumulación de efectos nefastos sobre las relaciones con la familia y los amigos, así como sobre la capacidad de ganarse la vida. En el peor de los casos, puede provocar el suicidio, que actualmente es la segunda causa de muerte entre las personas de 15 a 29 años de edad.

Partiendo de esta realidad latente, la OMS recuerda que la depresión se puede prevenir y tratar y que una mejor comprensión del problema y de cómo puede prevenirse y tratarse contribuirá a reducir la estigmatización que está asociada a la enfermedad.

La meta principal que aspira a alcanzar con esta campaña es lograr que el público en general esté mejor informado sobre la depresión, sus causas y sus consecuencias, incluido el suicidio, y sobre la ayuda de que se dispone para la prevención y el tratamiento de la enfermedad.

Por otra parte, y con motivo de la celebración del Día Mundial de la Salud, la Plataforma de Organizaciones de Pacientes reiteró ayer su preocupación por la depresión asociada a la enfermedad y su intención de seguir estudiando qué acciones hay que llevar a cabo al respecto. «Las personas con una enfermedad crónica son más propensas a sufrir depresión tras el diagnóstico», explica el presidente de una entidad que resalta la importancia de detectar precozmente la depresión en las personas con una enfermedad crónica para poder tratarla, ya que esto puede marcar una diferencia en su vida diaria.