Durante el cambio de estación es habitual la caída del cabello, aunque las causas no están del todo claras. Según Mª Teresa Truchuelo, dermatóloga en el Hospital Vithas Nuestra Señora de América, existen dos fases: la anágena, o de crecimiento; y la telógena, o de caída. Estos ciclos pueden sufrir alteraciones dependiendo de las estaciones y del clima. Al margen de la caída estacional, la doctora Truchuelo desmiente algunos mitos sobre el tema:

El estrés, problemas de tiroides, el déficit nutricional o estar tomando determinados medicamentos, son algunas de las principales causas que pueden provocar la caída.

El uso de lacas, gominas, planchas y secadores no afecta a la caída del pelo como se viene creyendo hasta ahora. Como tampoco lo hace lavarse el pelo diariamente. Si es cierto que pueden volverlo más frágil y áspero, pero no está demostrado que sean los causantes de la perdida de pelo.

Algunos optan por cortarse el pelo para frenar la caída. Es otro de los falsos mitos. Pero al tener menos cantidad de pelo, simplemente tenemos la sensación de menor perdida.

El minoxidil tópico es uno de los tratamientos más efectivos en casos de alopecia. Aumenta el flujo sanguíneo al folículo, de modo que lo nutre más. Se puede aplicar en espuma para reducir los efectos secundarios como el crecimiento de vello corporal. También funciona la cosmética capilar y los complejos multivitamínicos siempre y cuando cuenten con principios activos bien formulados. Estos tienen un papel complementario.

La doctora Truchuelo ha destacado la necesidad de diferenciar entre de los distintos tipos de caída del cabello que responderán a diferentes causas. Los más frecuentes son: alopecia androgenética, efluvio telógeno, efluvio del postparto y alopecia traccional.

En concreto, el efluvio telógeno no desemboca en calvicie ya que corresponde a una caída limitada en el tiempo. Suele durar entre 3 y 6 meses y afecta a hombres y mujeres por igual. Asimismo, el efluvio del postparto afecta a muchas mujeres a los 3 o 4 meses de dar a luz. Esto se debe a que durante el embarazo los niveles altos de estrógenos aumentan el anclaje del pelo al cuero cabelludo y, cuando bajan esos niveles el pelo pasa a fase telógena.

Sin embargo, la alopecia androgenética responde a factores hereditarios y genéticos. Afecta a hombres mayores de 50 años y a mujeres que ya han pasado la menopausia.