Las personas sordas se comunican de diferentes formas. La primera lengua para algunas de ellas es la de signos. Otras, sin embargo, se sienten igual de cómodas tanto con el lenguaje de signos como el oral, utilizándolos según el contexto y la situación en los que se encuentren. También hay quienes usan audífonos y otro tipo de dispositivos que les garanticen una óptima salud auditiva y otras para las que, por contra, las diferentes técnicas de audición son insuficientes. En definitiva, un colectivo heterogéneo, cuyos integrantes, sea cual sea su circunstancia, comparten la necesidad de acceder a la comunicación e información del entorno sin barreras.

Como telón de fondo se encuentra la reivindicación de unos derechos, que cada año suele alcanzar sus cotas más altas coincidiendo con la conmemoración del Día Internacional de las Personas Sordas, que desde 1958, auspiciado por la Federación Mundial (WFD), se celebra el último domingo del mes de septiembre. En él, las personas sordas de las distintas regiones y países expresan ante el mundo sus demandas en cuestión de derechos mientras ponen de relieve la riqueza de la cultura sorda.

El objetivo de esta efeméride es mostrar la realidad de estas personas que, en numerosas ocasiones, pueden llegar a sentirse como extranjeros en su propio país, dando a conocer cómo se sienten al enfrentarse a determinadas situaciones y eliminando todas las fronteras que les separan del resto de la sociedad. En España hay más de un millón de personas con discapacidad auditiva de distinto tipo y grado, de las que más de un 97% se comunica de manera oral. Unos datos que justifican, aún más si cabe, la necesidad de aprovechar este tipo de fechas para promover una audición saludable y el bienestar del oído a través de la difusión de información y datos de utilidad para la protección y prevención de la pérdida de audición.

Murcia no fue ajena a la celebración del Día Internacional de las Personas Sordas, como quedó demostrado, por ejemplo, con la participación del Ayuntamiento, a través de las concejalías de Derechos Sociales y Deportes y Salud, en los actos celebrados en esa dirección. Entre las actividades que sirvieron para «fomentar la integración de este colectivo, atenuando los problemas que su falta de audición le pueda presentar», como señaló la concejala Conchita Ruiz, figuran la IV Carrera benéfica de relevos de la Asociación de Padres de Niños con Problemas de Audición y Lenguaje (ASPANPAL) y la presentación de la guía para familias de hijos con problemas de audición y lenguaje.

Los actos realizados contribuyeron al objetivo marcado para esta fecha tan señalada, que, tal y como indicó el concejal Felipe Coello, no era otro que «luchar por conseguir eliminar barreras de comunicación de estas personas y apoyar a las familias en la educación de los niños sordos y en la protección de su salud, ya que la presencia de una deficiencia auditiva en un niño provoca modificaciones muy importantes en el conjunto de sus interacciones con los demás, teniendo un impacto muy significativo en su desarrollo cognitivo, social, afectivo y lingüístico».