Con la llegada de las vacaciones, muchos españoles recurrirán al avión para trasladarse a los lugares de destino en los que pasarán su tiempo de asueto. Unos lo harán sin mayores preocupaciones. Pero para otros puede convertirse en una fuente constante de dilemas.

El denominado miedo a volar, conocido en términos médicos como aerofobia, es definido como el temor o fobia a volar en aviones. Pese a que la democratización del turismo y la aparición de las aerolíneas de bajo coste ha hecho que muchas personas empleen el avión, y a que las estadísticas indiquen que existen más probabilidades de sufrir un accidente de tráfico en carretera, el miedo a montarse en un avión aún persiste.

Es por ello que en estas fechas se hace necesario recordar una serie de pautas y recomendaciones para afrontar con confianza una situación, la del vuelo, que puede transformarse en una experiencia placentera si nos dotamos de la herramientas necesarias:

-Visualizar el momento: si se tiene miedo a volar, se puede hacer una prueba en casa de cómo va a ser ese momento. Pese a que el espacio no es el mismo, la persona puede sentarse en un sillón con algún pasatiempo (libros, crucigramas, música relajante) y pensar que ése va a ser un contexto similar al del vuelo. La persona debe sentir que ésas deberían ser sus sensaciones a bordo: similares a las que tendría en un autobús de línea.

-Desprenderse de los pensamientos negativos: una vez dentro del avión, se suelen activar miedos anteriores, con preguntas tales como '¿de donde viene ese ruido del avión?', '¿no tardamos demasiado en despegar?', ¿porqué parece preocupada la azafata?'... Ante todo esto, es aconsejable dejarse llevar por la calma, seguir las instrucciones del personal del avión y preguntarles por cualquier duda que tengamos sobre las fases del vuelo.

-Llegar a tiempo al aeropuerto: para tratar de 'aclimatarse' lo mejor posible al ecosistema propio de un avión, es conveniente llegar con antelación al aeropuerto, ya que eso dará más tranquilidad. El 'acostumbrarse' de forma paulatina a las circunstancias que envuelven un vuelo ordinario en cualquier aeropuerto del mundo puede ayudar a que la persona con miedo a volar vaya progresivamente perdiendo sus miedos.

-Técnicas de relajación: cualquier método o técnica que ayude a relajarse será bienvenida. En este sentido, es de gran ayuda la respiración profunda en el asiento del avión, ya que proporciona tranquilidad. Asimismo, el pasajero que ocupa el asiento contiguo puede resultar de gran ayuda. Obviamente, si es una persona conocida sabrá de los miedos de la persona con miedo a volar y podrá calmar sus miedos. Si se trata de una persona no conocida, se puede recurrir a ella para una conversación que sirva para evadirse de las preocupaciones.

-Evitar el alcohol y las bebidas excitantes: hay que procurar evitar las bebidas alcohólicas y las denominadas energéticas, además de cafés y tés, porque pueden aumentar la presión arterial y elevar los niveles de adrenalina. Además, hay otras pautas a seguir si se tiene a miedo a volar, como no ponerse en el lado de la ventanilla si es posible y vestirse con ropa cómoda.