El tabaco influye negativamente sobre la fertilidad y puede reducir hasta la mitad las posibilidades de lograr un embarazo, pero a pesar de este efecto negativo una de cada seis mujeres que desean tener un hijo y acuden a un centro de reproducción asistida mantiene el hábito de fumar.

Esta es una de los principales conclusiones de la encuesta realizada por la clínica de reproducción asistida Ginefiv entre dos centenares de pacientes y de la que informa hoy, coincidiendo con el inicio del mes de la fertilidad que se celebra en junio.

Con ese motivo, la clínica ha lanzado la campaña "Cuida tu fertilidad" para promover buenos hábitos y cuidados que ayuden a mejorar la salud reproductiva, entre los que no está fumar.

La principal causa de la infertilidad está ligada a la edad, pero también hay otros elementos que interfieren, como ser mujer fumadora ya que, según señala la doctora Victoria Verdú, coordinadora de ginecología, es comparable a tener diez años más de cara a la fecundación.

Las mujeres que consumen tabaco suelen tener peor calidad ovocitaria y embrionaria, se incrementan las anomalías cromosómicas y su edad menopáusica se puede adelantar entre uno y cuatro años.

En el caso de los hombres, la nicotina y algunos tóxicos presentes en los cigarrillos pueden "originar la fragmentación del ADN del espermatozoide y repercutir en su calidad" y esto provoca lesiones en el material genético del espermatozoide que dificultan la consecución del embarazo, tal y como indica Verdú.

El estrés, también, es un mal aliado: disminuye la capacidad reproductiva femenina -una mujer con un alto nivel de estrés puede producir alteraciones en la ovulación- y afecta a la calidad y cantidad seminal en el hombre.

La falta de sueño y descanso son otros enemigos del embarazo, aunque el ritmo actual de la sociedad hace que seis de cada diez mujeres que quieren ser madres (58 %) duerman menos de ocho horas diarias, según datos de la encuesta.

Otro de los factores asociados a las posibilidades reproductivas de una pareja está relacionado con el peso: un 12 % de la infertilidad primaria se debe a las alteraciones del peso.

La grasa corporal afecta a la producción de la hormona liberadora de gonadotropina, que es esencial en la regulación de la ovulación de las mujeres y en la producción espermática en los hombres, según la especialista. Diez kilos de más en el hombre aumentan en un 10 % sus problemas de infertilidad.