La miopía no es sólo una anomalía hereditaria o que afecta únicamente a personas mayores, también existe la miopía infantil. Conocida también como miopía escolar esta patología visual es cada vez más común y mucho tienen que ver la televisión y el ordenador. El doctor Enrique Chipont, director médico y especialista en oftalmología pediátrica, explica que, «ayuda a reducir la miopía infantil el aumento de los juegos al aire libre puesto que la luz natural y el desarrollo de la vista a larga distancia benefician la salud ocular del niño».

Resulta habitual encontrar niños con excelentes capacidades intelectuales pero que no logran un rendimiento escolar satisfactorio. Generalmente se atribuye esto a la desconcentración, pero en muchos casos la situación es mucho más grave. En España, tres de cada diez niños que fracasan en su escolaridad es debido a problemas de visión. La información llega a los niños en un 80% a través de los ojos y si estos fallan no es necesario explicar cual es el resultado en el rendimiento escolar.

El 30% de los casos de fracaso escolar son debidos a patologías oculares no detectadas. Los problemas pueden ser varios, desde una miopía, pasando por una hipermetropía, hasta un estrabismo. Pero preocupa sobremanera el gran ascenso de casos de miopía infantil que se han constatado.

Uno de cada cuatro jóvenes españoles sufre miopía una afección visual que les impide ver bien los objetos de lejos. En los próximos años se prevé que esta cifra se eleve, ya que la miopía infantil es un problema creciente. Pero se puede hacer algo. Limitar el uso de los dispositivos móviles y jugar al aire libre son algunas de las recomendaciones de los expertos para frenar el progreso de la miopía en los niños.

El uso de los ordenadores y la televisión cumplen una función importante para que el número de casos de miopía infantil aumente. Ocurre que el diámetro anteroposterior del ojo posee un alargamiento mayor al común, por consiguiente el foco se hace entre la retina y el cristalino. Esta explicación técnica se traduce en imágenes borrosas que el ojo no logra corregir. Se distinguen dos tipos de miopía infantil, la hereditaria y la escolar.

La primera es la que el niño padece desde el nacimiento. La miopía escolar surge o es atribuida su aparición al exceso de lectura y el uso constante del ordenador y la televisión. La aparición de la miopía infantil es inesperada y repentina, de un momento al otro el niño acusa imágenes borrosas. El doctor Chipont advierte que, «desde ese momento la miopía suele avanzar rápidamente en un promedio de una dioptría al año.

Este proceso de avance tiene una duración de tres o cuatro años, pero transcurrido ese tiempo la miopía se estabiliza». Saber si un niño sufre de miopía es algo sencillo. El doctor Chipont señala que ,«los padres o profesores podrán percatarse de que el niño sufre este problema visual si distinguen escozor, cansancio tras realizar actividades visuales, lagrimeo excesivo, o dificultad en la atención a la pizarra en el colegio. Y es fundamental acudir al oftalmólogo ante cualquier signo de dificultad». REDACCIÓN