El riesgo de que un viajero se infecte de ébola en África es muy remoto, a no ser que haya estado cuidando a enfermos, como es el caso de religiosos o personal sanitario, según ha explicado a Efe Rogelio López Vélez, jefe de la Unidad de Enfermedades Infecciosas Importadas del Hospital Ramón y Cajal, uno de los dos centros de referencia en España.

El especialista aclara que el ébola no se transmite por el aire, sino por fluidos corporales, "por lo que necesita un contacto estrecho, como el que mantienen las personas que cuidan a enfermos, que tienen vómitos, hemorragias, diarreas o tos".

"Es extremadamente difícil que un turista o viajero se infecte; si un viajero procedente de África viene con fiebre lo más probable es que tenga otra cosa, dengue o malaria, casi con seguridad", asegura el facultativo, quien aclara que "otra cosa es que haya estado cuidando o en contacto con alguien enfermo".

Es el caso del religioso español Miguel Pajares, de 75 años, quien permanece aislado en el hospital San José de Monrovia (Liberia), junto a otros trabajadores del centro sanitario, tras la muerte por ébola de su director, el hermano Patrick Nshamdze.

El sacerdote español tiene fiebre alta desde la semana pasada, por lo que la orden ha pedido que le hagan la prueba para determinar si también tiene el virus de ébola y si se confirmara, reclaman que dejen entrar al hospital a sanitarios voluntarios para que puedan atenderle.

Es muy bajo el riesgo de contagio en el caso de una persona que "hubiera viajado al lado de un paciente que estuviera incubando el ébola", señala el responsable de este centro de referencia español en el tratamiento de estas enfermedades infecciosas.

"Sí existe la posibilidad, pero afortunadamente no se transmite por vía respiratoria y en las fases iniciales la transmisión de la enfermedad es muy baja; aunque esté incubando el ébola, el riesgo de trasmitirlo es por fluido, el paciente tiene que vomitar, tener diarrea y tener la enfermedad avanzada y aunque uno haya viajado al lado de un paciente que estuviera incubando el ébola el riesgo de transmisión es bajísimo", insiste.

Es diferente el caso de personas extranjeras que vivan en España y que se desplacen a alguno de estos países africanos, coincidiendo con las vacaciones, para cuidar a familiares que pudieran estar enfermos.

"Ahí existe un poco más de riesgo hipotético", señala el doctor, en el caso de residentes españoles que viajen a Liberia o Sierra Leona, por ejemplo, y que entraran en contacto con "algún paciente enfermo".

No obstante, destaca que en todos los aeropuertos españoles "están en alerta y existe un protocolo del Ministerio de Sanidad que se pone en marcha en caso de sospecha".

"El protocolo consiste en que toda aquella persona que haya venido de una zona presuntamente infectada si en un plazo de 21 días presenta fiebre y acompaña de dolor abdominal o diarreas, hay que llevarle al centro de virología de Majadahonda (Madrid)", donde se le realiza una prueba para confirmar la enfermedad y en ese caso, acordar el aislamiento.

"El periodo de incubación del ébola es de dos a 21 días y si se han mantenido relaciones sexuales con afectados de ébola, el periodo se extiende a 7 semanas", aclara.

Según el experto, "lo más lógico es que si alguien viene con fiebre de África sea otra cosa, porque tenga fiebre no tiene que ser ébola, aunque el protocolo se active si el paciente tiene fiebre, se le diagnostica y se le atiende".

Este especialista recuerda que entre los fallecidos hay 60 miembros de personal sanitario, que se han contagiado ante las escasas medidas de protección en los hospitales.

"Hasta ahora era un enfermedad letal, porque este brote tiene una mortalidad del 65 por ciento, pero autolimitada", relata el doctor, que señala que es diferente a la hepatitis o el sida, con pacientes latentes.

En estos casos, "si se tiene el ébola, el 80 por ciento o un porcentaje similar se muere y el otro 20 por ciento se recupera".

No obstante, "la gran movilidad de las personas contribuye a que se expanda", aunque confía en que "con las medidas oportunas de aislamiento la epidemia se tiene que controlar", confía.